«Es una poeta del cambio radical y el renacimiento, donde el salto hacia adelante se hace desde un profundo sentido de pérdida»
Ciudad de México (N22/Redacción).- Poeta de lo cotidiano, la neoyorquina Louise Glück ha sido reconocida con el Premio Nobel de Literatura de este 2020 por «su inconfundible voz poética, que con austera belleza hace universal la existencia individual».
En 1993, Glück, que creció en Long Island, ganó el Premio Pulitzer de poesía por El iris salvaje, su primer libro traducido al castellano, en la editorial Pre-Textos, que ha publicando su obra, hasta siete títulos. La última entrega es Una vida de pueblo, que para el editor Manuel Borrás, es «la reivindicación o exaltación de una vida sencilla, natural, la recuperación del sosiego en comunidades pequeñas».
Glück es la primera poeta en recibir el premio desde el galardón otorgado a la polaca Wislawa Szymborska en 1996. La poeta que nació en 1943, escribió más de una decena de libros, todos de poesía. Ésta, se ha dicho, es una reivindicación a la poesía.
En 2016, Barack Obama otorgó a Glück la Medalla Nacional de Humanidad. Esta mañana cuando se dio a conocer la decisión de la Academia sueca, se señaló que la autora «no sólo está comprometida con los errores y las condiciones cambiantes de la vida, sino que también es una poeta del cambio radical y el renacimiento, donde el salto hacia adelante se hace desde un profundo sentido de pérdida», destacó Anders Olsson, titular del Comité del Nobel.
Manuel Borrás, editor en Pre-Textos que ha publicado en español la obra de la poeta, en entrevista con el diario La Vanguardia, señaló que:
«El premio ha sido totalmente inesperado. Tú publicas, apuestas por un autor, absolutamente nadie te hace caso y le tienen que dar un premio Nobel para que le paren bola. Los premios son útiles cuando nos descubren a alguien tan bueno.
»La había leído por inducción de un amigo neoyorquino, me quedé prendado, enamorado. Igual ha vendido 200 ejemplares en el último año. Aplaudimos a autores de grandes grupos unánimemente pero son obras que olvidamos a los cuatro días. En la periferia estamos publicando libros importantes y es un disparate que no se tengan en cuenta.
»Se ha definido a Glück como una gran poeta de temas domésticos e intimistas. A mí me parece que sí, no lo contradigo, pero fundamentalmente creo que aunque hable de cosas muy domésticas, las trasciende: hablando de su hermano, su padre o su marido habla de los nuestros, tiene esa capacidad de universalización que define a los poetas grandes».