Desde Instagram y a través del collage, la diseñadora de moda Bárbara Estrada ofrece un abordaje de la disciplina desde una perspectiva social, cultural e histórica
Ciudad de México (N22/ Ireli Vázquez).- Tan solo dentro de la Ciudad de México se tiene registro de 161 espacios museísticos, en los cuales también destacan algunas galerías. Y aunque en muchos de ellos se han presentado exposiciones dedicadas a la moda, la indumentaria, los textiles y los diseños, no existe en el país un registro de un museo dedicado completamente a esta industria. Es así como nace Museo de Moda, un museo sin muros, que puede llegar a la toda la gente y en cualquier parte de México o del extranjero, pues se trata de un museo hecho a través de Instagram.
Bárbara Estrada es la persona encargada detrás de esta iniciativa, que como bien lo dice, «se trata de un proyecto educativo», que busca abrir panoramas sobre qué es o de qué trata la moda en el país y formar un pensamiento crítico dentro de las personas interesadas.
El proyecto surge después de que al estudiar diseño de modas se dio cuenta de muchas inconsistencias alrededor de la industria. «La idea surge de pesar qué se había hecho en los últimos años acerca de la moda y sobre las exposiciones que ha habido, pero también de que en México sigue sin haber realmente un museo dedicado a ello. Asimismo, nace de ver cómo fue creciendo la apropiación cultural o de la identidad mexicana del diseño de moda, ver que había muy pocas herramientas de análisis.
»Cuando estudié diseño de moda, me percate que se centraban mucho sobre lo técnico y no tiene ningún contacto con algo sobre teoría cultural», explicó en entrevista.
Es así como después de basar su tesis de licenciatura en este tema, y con el conocimiento obtenido, decidió ponerlo de manera accesible y atractiva para que las audiencias pudieran ser parte de ello. «Me di cuenta de que de alguna forma siempre se generan estos “mini círculos” de expertos en conocimientos académicos y para mí era importante que llegara a la gente que está afuera, que están buscando algo o incluso estudiantes. Entonces fue que pensé en utilizar Instagram como una plataforma; después, estaba la cuestión de cómo hacer atractiva la información y ahí surge la idea de hacer el collage, jugar con las imágenes que ya son parte del mismo tema de investigación para construir esto que conocemos sobre moda y moda mexicana.»
Museo de Moda se trata de imágenes en las cuales se puede obtener información sobre un tema en específico de la moda, no sólo del país, sino del mundo entero. Conocer ciertas características, que muchas veces desconocemos como espectadores, pues la moda no solo se trata de las pasarelas o las marcas, atrás de ella hay un mundo de cultura e historia.
«Una parte muy central del proyecto y la plataforma es crear una narrativa inclusiva, no volver a repetir estas historias de la moda desde el punto de vista egocéntrico o desde el punto de vista de las marcas famosas de moda, es tratar de abordar estos temas desde la historia, es una herramienta para poder permitir descubrir otras historias de la moda, como cuál ha sido el impacto de la cultura material indígena, de las políticas públicas, inclusive de algunas personalidades en particular, para dignificar la moda y que al hacer más transparente todas las relaciones de poder que existen ahí pues se puedan tomar decisiones para el uso así como para el diseño de las marcas.»
Asimismo, se busca hacer la reflexión de la mal llamada “apropiación cultural” de las comunidades indígenas. Pues Bárbara está en contra de que no se respeten los derechos de los artesanos de los pueblos originarios.
«Me indignaba y me causaba un poco de rabia esto. En Museo de Moda lo que busqué es tratar de dar esta información y de hacer estos análisis sobre este despojo cultural. Yo espero sirva para generar una reflexión más profunda, porque ahora solo se ha quedado en la cuestión de ¿cuánto dinero les deben a los artesanos por haber usado mal su cultura? Se ha quedado en un plano muy económico y parte del propósito del proyecto es llegar al fondo, a las relaciones de poder, a la desigualdad histórica y estructural del país y que permite que estas relaciones sean posibles. Independientemente de que ahora sean de la discusión pública, pues también da herramientas para decir ¿por qué no es adecuado ese uso material de los pueblos originarios o inclusive de las relaciones de trabajo, en las marcas que utilizan ese tipo de recursos?», explicó Estrada.
La publicidad y la cultura
Además de las imágenes en las que se ofrece la información, también se utiliza la herramienta de historias para poder explicar a la gente la forma en cómo es vista la cultura mexicana a través de la moda. Pues además de tener una mala concepción, puede ser discriminatoria.
«Por un lado, estamos acostumbrados a casi dar las gracias cuando sale algo de México en revistas internacionales o revistas muy reconocidas, eso sigue siendo un poco la institución que validad que tu cultura es importante, y es parte de romper esto, porque sigue siendo la mirada externa y egocéntrica sobre una cultura que es mucho más compleja que esa idea de fiesta y de día de muertos que normalmente toman temáticas que yo pienso es una mirada muy desde el turismo. También se trata de revisar qué tanto ha contribuido el Estado mexicano a hacer tan mercantilizada la cultura del país y tan unificada en esta idea de mexicanidad que se presta a esto, porque no es un fenómeno que se de en otros países latinos o con tanta frecuencia o con tanta fuerza», concluyó Bárbara Estrada.