La fuerte onda expansiva ha dañado los inmuebles así como se ha reportado la pérdida de obra
Ciudad de México (N22/Redacción).- Dos explosiones, la segunda más grande que la primera, estremecieron Beirut el martes por la mañana. Hasta ahora se cuentan 135 muertos y alrededor de 5 mil heridos. El segundo estallido lanzó una enorme nube en forma de hongo que lentamente se fue haciendo rojiza encima del puerto de la ciudad y creó una onda expansiva que destrozó vidrios en kilómetros a la redonda.
Según el Primer Ministro del Líbano, se inició una investigación sobre unas 2 mil 750 toneladas del nitrato de amonio, explosivo que se almacenó en el lugar durante seis años, pero que por sí solo no es flamable. El daño destrozó el puerto de esta capital, edificios, automóviles y, además, causó estragos en la escena artística de la ciudad.
Dos de las principales galerías de arte, la Galería Marfa, ubicada cerca del puerto de Beirut, y la Galerie Tanit fueron completamente destruidas. El lunes por la noche Galerie Tanit había organizado una visita previa a la apertura de la exposición individual Remains of the Last Red Rose del artista libanés Abed Al Kadiri, la cual planeaba exhibirse hasta el 25 de septiembre.
La elegante sucursal de Beirut de la Galería Opera, ubicada en el distrito del centro de la ciudad con vista al mar, también ha sido diezmada.
Debido a las ondas expansivas, otras galerías de la ciudad también fueron afectadas. La Galerie Sfeir-Semler, ubicada en el desolado distrito de Karantina, y Galerie Janine Rubeiz en el área de Raouché, fueron alcanzadas por las ondas.
«Uno de mis empleados está en cuidados intensivos y la galería ha sido dañada» comentó el dueño de la galería Saleh Barakat, según informa el medio The Art Newspaper. «Apenas tuvimos tiempo de cerrar las vitrinas abiertas para proteger las obras de arte y ahora estamos en el hospital para estar con nuestro colega».
El Museo Sursock, que en 1960 fue el núcleo de la vida cultural de Beirut y reabrió sus puertas en 2015 luego de una costosa restauración, sufrió graves daños. «Esta es la explosión más fuerte que he presenciado», dijo la directora del museo, Zeina Árida, que se encontraba en el recinto cuando ocurrió la explosión. «El museo está devastado». Afortunadamente ninguno de los empleados del museo resultó herido.
«Se ha hecho mucho daño a la estructura del edificio en un momento en que el dólar en el Líbano es tan alto que no sé cómo nos permitiremos comprar vidrio nuevo para los tragaluces, las ventanas y las puertas de salida», agregó Árida.
Varias obras de arte en el museo también fueron dañadas, incluido un retrato del homónimo de la institución, Nicolás Sursock. «Es horrible ver cinco años de trabajo en completa destrucción, incluso durante la guerra civil no fue tan malo», afirmó Árida.
Por otro lado, el edificio que alberga la Fundación de Arte Ramzi y Saeda Dalloul, que incluye más de cuatro mil obras de alrededor de 400 artistas de todo el mundo árabe, logró salvaguardar las piezas artísticas a pesar de que el edificio ya estaba deteriorado antes de la explosión. El director, Basel Dalloul comentó que «la onda expansiva de la explosión sopló en vidrio por toda la ciudad», agrega.
«En los 29 años que he pasado en el Líbano, nunca había visto algo así», comentó Laure d’Hauteville, fundadora y directora de la Feria de Arte de Beirut, que se realiza anualmente en el Seaside Arena, anteriormente BIEL, cerca de el puerto de Beirut.
«Ya pospuse la feria hasta 2021, pero ahora no lo sé», dijo d’HauteVille, «después de esto, llevará mucho tiempo reconstruir la idea de una feria de arte en la mente de las personas». D’Hauteville se encuentra por lanzar la Plataforma de Arte del Medio Oriente (MEAP) en Francia, durante el Paris Photo en el mes de noviembre.
A solo cinco minutos caminando del puerto y con vistas a la Plaza de los Mártires, se encuentra el Hotel Le Gray. Hasta antes de la explosión era considerado uno de los hoteles de lujo más destacado de la ciudad, sin embargo, tras la catástrofe el hotel ha quedado en escombros; la explosión hizo añicos los vidrios, atravesó las paredes y destruyó los muebles, bajo los escombros, sólo queda su recuerdo.
En octubre del año pasado, la gente en el Líbano comenzó a protestar en masa citando décadas de mala administración política y la resistencia de los políticos libaneses para hacer las reformas necesarias. Desde entonces, la moneda de la nación se ha devaluado en un 80%, la electricidad se ha limitado a varias horas por día, el desempleo ha aumentado y los casos de coronavirus continúan desbordando en un sistema de salud que ya está en problemas.
Esta catástrofe se presenta en un país cuyos problemas sociales, económicos y políticos cada vez se hacían más grandes.
Imágenes: Marie Nour Hechaime, curadora del Museo Sursock / The Art Newspaper