Los últimos veinte años de la industria en nuestro país: diseñador@s, fotógraf@s, consturer@s, estilist@as, todo un ecosistema que es parte de una la historia de la cultura del país
Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- La moda ha marcado un antes y un después dentro de la sociedad. Consigo lleva un mensaje cultural, histórico, y antropológico poderoso. En México tuvieron que pasar muchos años para que llegara su profesionalización y con esto el país lograra un alcance mayor dentro de esta industria.
Daniel Herranz y Paola Palazón lo saben y conocen desde hace muchos años. Desde que idearon el Colectivo Diseño Mexicano, plataforma dedicada a impulsar el trabajo de diseñadores emergentes y consagrados, sabían que había algo más por hacer, es por eso que ahora traen al público Hecha en México. XX años de moda mexicana y la creación de una industria colectiva, un libro que se publica a través de la editorial Planeta.
A través de una lectura amena por sus ocho capítulos se puede conocer la evolución de esta industria de 1999 a 2019, así como hacer un replanteamiento acerca de la moda en el país, y qué podemos comunicar con los que nos ponemos todos los días. Aunque no lo parezca, todos, todo el tiempo, estamos enlazados con esta industria. Asimismo, abre el panorama para conocer cada una de las personas que forman parte de un proyecto: los diseñadores son los que ponen la imaginación, pero detrás están las manos de quienes los confeccionan, los y las modelos, maquillistas, estilistas y fotógrafos.
Platicamos con los autores de Hecha en México, para conocer más sobre la creación de este libro.
¿Por qué crear un libro que hable sobre los últimos veinte años de la moda en México?
Paola: Un poco la idea de llegar a Hecha en México, era porque sentíamos que hacía falta contar una parte de la historia de la moda mexicana, es importante acotar que este libro está centrado en la moda de autor, y que para nosotros no había una documentación clara sobre estos últimos veinte años de la industria en México. Nosotros consideramos que comienza a haber una industria de la moda de autor en el país por la profesionalización de ésta, la primera carrera con todas las de ley de diseño de moda en México, y la entrada de México al calendario global de la moda con Fashion Week, que acaba de cumplir quince años. Sentíamos que en los documentos que ya existían o de lo que se habla en torno a la moda mexicana no hay una visibilización completa de todos los que participan. La idea fue un poco crear un documento que además hiciera visible a toda la gente, no sólo marcas, no sólo diseñadores, nos referimos a la cantidad de talento que está detrás y que generalmente no se habla o que no son vistos.
Daniel: Yo agregaría que este proyecto nació de la idea de crear cultura de la moda en México. […] Los mexicanos todavía no terminan de entender qué es la moda en México, qué es la moda mexicana, no terminan de identificar cuál es la deferencia entre indumentaria y todo este bagaje cultural de las tradiciones con la cultura de la moda, la cultura contemporánea, lo que están haciendo los diseñadores, a lo que se dedican, qué están haciendo los fotógrafos, qué hacen los estilistas, qué hacen las modelos mexicanas. Es un poco ayudar a este mensaje de reforzar o promover la cultura de la moda en México. Y, personalmente, ha sido hacer un libro que hable de mucha gente que yo admiro, de mucha gente que ha trabajado en esto por años, y que tuvimos la suerte de poder platicar con ellos en la investigación de este libro. También creo que es un homenaje para todo el que ha trabajado en la moda en los últimos veinte años y que ha ayudado a esta transformación, desde lo que comenta Paola, el registro de la carrera de la moda en la SEP, hasta las plataformas de moda, las propias agencias de modelos, las modelos mexicanas que están trabajando fuera y que están de cierta forma promoviendo el nombre de México como talento en otras partes. Básicamente Hecho en México es eso.
A través de la vestimenta se puede descubrir a las personas, quiénes son, cómo piensa o de cierta manera en qué áreas se desenvuelven, ¿por qué creen que surja esta conexión? Porque muchas personas caen en el juego del estigma social, que dependiendo de lo que te pongas es tu nivel económico o tu educación, ¿cómo hacer cambiar este tipo de pensamientos?
Paola: La moda ha sido vista como algo muy banal desde siempre e incluso puede marcar ciertos estereotipos, pero lo interesante de todo esto y es algo que recalcamos mucho en el libro, es que la moda es un fenómenos social, la moda habla, es un fenómeno histórico y es un fenómeno discursivo muy poderoso. A lo largo de la historia de la humanidad, la moda ha marcado momentos importantes. Siento que la moda es muy parecida al momento que estamos pasando ahora en que las mujeres están alzando su voz, pero hace más de un siglo que las mujeres dejamos de usar estos vestidos con estos armazones en las caderas, y nos empezamos a poner pantalones, eso marcó socialmente, fue un discurso muy poderoso, entonces la moda está ligada a lo que pasa, a lo que pasa en las sociedades, a lo que pasa en nuestro día a día, y a lo que pasa en cada uno de nosotros, entonces hay una relación enorme, y sí, la indumentaria, la ropa, la vestimenta, como queramos llamarlo, tiene una finalidad, en primer lugar tiene una función practica de cubrir nuestro cuerpo, de protegernos, pero tiene una finalidad discursiva y narrativa muy poderosa que no podíamos dejar de lado.
Daniel: Para nosotros siempre fue muy importante que el libro hablara de que la moda al final está atravesada por todos cambios sociales, políticos, económicos y en cada país es diferente, por eso, por lo menos para mí, yo no creo que exista una definición de moda universal, todo está “tropicalizado” al país donde sucede. En México la gente empieza a identificar lo que es moda mexicana, muy allegado a todas estas estrellas de televisión, Verónica Castro en los ochenta, y que la moda mexicana era Mitzy con estos vestidos gigantes de alfombra roja, y al final lo que hace este libro es decirte: no, existen muchísimas otras cosas, más allá de todo eso. La moda no es lo que pasa en Televisa, la moda es lo que tú ves en la calle todos los días y lo que tú estás viviendo y algo de lo que tú puedes ser parte. La moda ha cambiado por décadas y décadas, puedes identificar cómo se veía la gente en los ochenta, en los noventa, a principios del dos mil. Para nosotros sí era muy importante que la gente entendiera con este libro que la moda es mucho más compleja que un simple vestido, un desfile o una foto linda, sino que hay muchas otras cosas muy interesantes que estudiar y que conocer.
¿Qué tan difícil fue llegar a la conclusión de que las personas que están dentro del libro eran las correctas?
Paola: Siempre faltan páginas y personas. Evidentemente nosotros tratamos de incluir a todos de una manera lo más democrática posible. También siendo sincera, había muchos proyectos de los que a veces no conseguíamos información, entonces al no conseguir información eso nos hacía replantearnos el hecho de colocarlos o no colocarlos en el libro. Hubo muchas cosas del libro que tuvimos que quitar, cuando terminamos el libro y leímos el manuscrito final, sentí que era un libro bastante complejo y que tiene una muestra muy representativa que han sido estos veinte años.
Daniel: Yo creo que eso fue lo más complicado, el ejercicio de investigación, de cierta forma fue fácil porque conocíamos a muchísima gente que está dentro y gente que lleva muchos año. Parte del motor de hacer este libro es porque en realidad no existen documentos, no existe una bibliografía como tal más allá de recortes de revistas y periódicos y lo que ha hecho la prensa, y esto fue algo que discutimos machismo y con mucha gente, en México existen cuatro libros sobre moda en México, el primero fue el de Ramón Valdesierra, 300 años de la moda; después se creó en los ochenta, y el de Gustavo Prado, Mextilo, que habla de la moda de los cuarenta a la fecha, pero su libro es una investigación gigante, es un esfuerzo increíble por parte de Gustavo y de cierta forma este libro que es el cuarto dedicado a la moda en México en toda la historia del país, pues retoma a partir de donde se acaba el libro de Gustavo, entonces de cierta forma «romanticona», son libros consecutivos. La investigación fue bien complicada porque como no existe esta línea del tiempo, ni bibliografía, aunque está el libro de Mextilo, nosotros queríamos fuentes vivas, y fue buscar a muchísima gente, pedirles entrevistas y la mayoría de la investigación fue eso, de fuentes vivas.
Paola: El libro tiene una línea de tiempo donde están marcados momentos muy importantes de estos veinte años, entonces para nosotros era importante definir años específicos en ciertas cosas y había tanta ambigüedad en internet, proyectos que fueron muy importantes, para la moda mexicana pero que ya no existían y sus creadores ni vivían en México, o no sabíamos donde vivían que nos tocó investigar, literal en LinkedIn, en Facebook, en redes, ver si nos contestaban, meternos en el IMPI, ver como estaban registrados como razón social, y si existía para poder definir una línea de tiempo que fuese más cercana a la realidad.
Daniel: Dejamos a fuera muchísimos nombres, no porque quisiéramos, sino más bien fue un tema de espacio. A mí me hubiera encantado hacer un libro con todas las modelos mexicanas, no solamente éstas que nosotros abordamos en el libro sino con todas, con muchísimos fotógrafos. Fue un trabajo logístico muy complicado. Los nombres que tenemos no son los más importantes o los únicos, para nada, son los nombres que obviamente sí han tenido muchísimo que ver, pero también tuvimos respuestas muchísimo más rápidas.
Desde su punto de vista ¿qué creen que le haga falta a la industria de la moda mexicana?
Daniel: Yo creo que es de las preguntas más complicadas. Lo que aprendimos durante toda esta historia es que la moda en México, de cierta forma, es cíclica, no importan sus actores sino que llega un momento en el que se empiezan a gestar nuevos proyectos, nuevos diseñadores, empiezan a crecer, empiezan a tener logros y de repente hay algo que sucede en general, en el mundo o en el país, o algo que termina afectando muchísimo a la industria y luego empieza otra vez, y se repite otra vez la misma historia. Pienso que hace falta muchísimo el apoyo gubernamental, yo creo que el gobierno no está visualizando, lo digo por experiencia propia, me ha tocado trabajar con gente en el gobierno que no entiende la moda, que no sabe qué es la moda, no lo consideran parte de la cultura, entonces es bien complicado y de ahí se desatan muchísimas cosas más. Es bien complicado ver exposiciones de moda en un museo porque la gente piensa que no tiene nada que ver con el arte o con lo artístico. A diferencia de otros países, por ejemplo, Colombia invierte en este tipo de proactivas, invierte en los diseñadores y así, no solamente crea empleos sino que también promociona la parte turística del propio país. Aquí en México tenemos el Fashion Week, que sí, es importante, pero ha sido importante por el esfuerzo de gente privada, de la parte gubernamental no tenemos nada, entonces sí hace falta que la gente que trabaja en gobierno y cultura amplié su espectro de lo que es toda esta parte cultural que tiene que ofrecer México.
Como público ¿qué podría hacer la gente para apoyar a la industria?
Paola: Empieza a consumir lo local, empieza a apoyar al que está a tu lado, y en este momento es más importante que eso ocurra para que, muchos de los proyectos que están en este libro, podamos seguir hablando de ellos en los próximos años. Esa es la realidad que estamos viviendo, hoy en día muchos de los proyectos que están en este libro dependen de los consumidores.
Daniel. Reiterar como la invitación a conocer lo que ha estado pasando en la moda y a partir de eso entenderla, sí cuestionarla también, pero proponer, no solamente quedarse en la crítica. El lema que te dice Paola, y que es un mensaje muy importante que trae el libro y con el que cierra, es que si no nos agarramos las manos entre todos y actuamos entre todos, va a ser muy complicado dar un siguiente paso importante y relevante. Es eso, invitar a la gente a que se una a este movimiento, a que consuma lo local que nos ayude a que los diseñadores sigan creando y generando para que poder dar empleos y todo eso se desemboca en una economía circular.