Un vistazo al legado del maestro, activista y siempre preocupado promotor de la cultura de Oaxaca y de México
Ciudad de México (N22/Redacción).- En la herencia de los sobrios espacios culturales que fundó para el disfrute y reflexión, y cuya riqueza se sigue escondiendo entre libros, exposiciones, charlas, papalotes, colecciones de gráfica de grandes maestros, pero también, generaciones de niños y jóvenes asimilaron el compromiso individual y colectivo por la defensa de causas sociales frente al autoritarismo del poder político y económico, permanece el legado del artista de orígenes zapotecas, Francisco Toledo, quien nació un 17 de julio de hace ocho décadas y falleció hace poco menos de un año, en septiembre de 2019.
A Francisco Toledo siempre le preocupó el deterioro ambiental y sus consecuencias, por ello, en todos sus proyectos emprendidos impuso el respeto a la conservación de la naturaleza a través del Patronato Pro Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Oaxaca (Pro0ax).
Hombre de visión aguda y certero en sus objetivos, Francisco Toledo, quien este 17 de julio cumpliría 80 años, creó el Jardín Etnobotánico de Oaxaca como un refugio de cientos de especies de plantas endémicas de ese estado, además consolidó en 2006 el Centro de Artes de San Agustín (CASA), en lo que fuera la fábrica de Hilados y Tejidos La Soledad, en San Agustín Etla. Recinto que trabaja en la búsqueda de una práctica artística sustentable, libre de contaminantes y primer centro ecológico de Latinoamérica que emplea tecnologías limpias en Oaxaca.
Una de sus primeras aportaciones a la cultura de su tierra fue la Casa de la Cultura de Juchitán, donde se preserva un acervo arqueológico de más de 700 piezas que están bajo el resguardo del INAH, sitio en el cual se promueve el desarrollo cultural y artístico de esa población.
En tanto, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), fundado en 1988, ofrece a los habitantes de la capital oaxaqueña una de las mejores bibliotecas especializadas en arte en el país, además de un constante programa de actividades.
Por su parte, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), inaugurado en 1992, fue impulsado por el maestro Toledo en conjunto con la comunidad y autoridades de esa ciudad para mostrar el arte actual en armonía con el contexto local.
Sin duda, 1996 fue un año de logros, pues se creó la Biblioteca para Invidentes «Jorge Luis Borges», la cual contiene una colección de libros en sistema Braille, un taller permanente de enseñanza de este lenguaje, computadoras con programas especiales para ciegos, apoyo a los ciegos y débiles visuales que están estudiando y becas a estudiantes destacados.
Ese mismo año fundó el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo como espacio para promover la imagen, uno de sus principales intereses, a través de talleres y exposiciones. Este recinto, dedicado a uno de los fotógrafos más reconocidos de México, cuenta con una excepcional colección fotográfica.
En 1998, creó el Taller Arte Papel Vista Hermosa e impulsó la iniciativa de crear el Jardín Etnobotánico de Oaxaca.
Su legado como creador es invaluable, se le considera uno de los mexicanos creativos más relevantes de nuestro tiempo, por lo cual, en 1998 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes.
En este, el 80 aniversario de su nacimiento, la Secretaría de Cultura y el INBAL recuerdan su obra y su gran legado a través de la plataforma Contigo en la distancia, donde se difunde el especial #TeExtrañamosToledo con una recopilación de material audiovisual de libre consulta para el público.
Información de la Secretaría de Cultura