«Póker de Damas» por Teresa Margolles

Un ejercicio artístico y de reflexión que aborda las condiciones de vida de las trabajadoras sexuales trans latinoamericanas en México y Suiza

Ciudad de México (N22/Redacción).- En 2016, la artista Teresa Margolles iba a realizar para la bienal Manifiesta 11 la obra Póker de damas con Karla, una trabajadora sexual trans de Ciudad Juárez; su plan era invitarla a Zúrich y reunirla con Sonia otra trabajadora sexual originaria de Ecuador. Las dos iban a participar en una acción artística de Margolles, pero Karla fue asesinada en México.

Margolles, decidió cambiar entonces el escenario y algunos de los personajes de Póker de damas. Ahora, el encuentro se decidió que fuera en Ciudad Juárez e invitó a Sonia a participar junto con Berenice, Vivian y Valeria, otras trabajadoras sexuales trans. En la acción artística, ellas hablaron durante tres horas sobre sus vidas, sus trabajos, la violencia que enfrentan, y la artista conceptual hizo un video que luego editó. Ésa es la obra Póker de damas, un video de poco más de nueve minutos, que estuvo en Manifiesta y que actualmente se puede ver en la Sala10 del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), espacio virtual de arte que se creó en medio de la emergencia sanitaria.

Esta acción no es un gesto aislado: Margolles se ha concentrado en investigar la destrucción sistemática de Ciudad Juárez, debida a la violencia que se ha mantenido durante décadas. La artista conoció a Karla en 2010, cuando investigaba la desaparición de la vida nocturna del centro de la ciudad. Karla formaba parte de ese corazón vital de la urbe y participaba en espectáculos de variedades en el club nocturno El Palacio de las Estrellas. Cuando el club cerró temporalmente, el trabajo sexual se volvió la principal actividad de Karla. 

Margolles investiga los lugares donde el progreso se une perversa y sangrientamente con el placer y juntos crean islas de impunidad, reforzadas por la manera en que los medios de comunicación y el Estado manejan esta violencia. La criminalización de las víctimas ha sido una de las estrategias centrales que utilizan los gobiernos para esquivar su responsabilidad de impartir justicia. Las organizaciones civiles han denunciado una y otra vez que el Estado activamente ignora los crímenes de odio hacia ciertas comunidades.

De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el promedio de edad que vive una persona trans en América Latina es de 35 años. México ocupa el segundo lugar mundial en crímenes de odio contra las personas trans y la mayoría de esos crímenes son perpetrados contra trabajadoras sexuales. En ese contexto, Karla era ya una sobreviviente, cuya edad (64 años) le daba cierto liderazgo entre ellas. Aun así, al morir, su cuerpo se entregó a la familia biológica y su familia escogida no pudo despedirse. Al reclamar la identidad post mortem de Karla para su comunidad trans, Margolles no sólo se opone a que sea definida por la forma en que murió, sino que ofrece una especie de ritual de despedida para sus amigas y compañeras.

En su investigación sobre los efectos de la pérdida en una comunidad, Margolles lleva años desarrollando mecanismos estéticos de duelo-denuncia, que se han vuelto cada vez más complejos. Sobre todo, insiste en rascar la misma llaga: así esté en Zúrich o en otra ciudad europea, Margolles vuelve a crear piezas acerca de la violencia en Ciudad Juárez. Para vincular estos espacios, tan distintos entre sí, busca que el duelo se hospede en cuerpos que comparten condiciones de vulnerabilidad, en este caso, los de Sonia, Valeria, Berenice y Vivian, como escribe la curadora, Alejandra Labastida, en la página del museo.

En esta ocasión, eso se tradujo en crear las condiciones para un juego de póker, en donde podamos escuchar realmente a ciertas damas. Esto es lo que el juego de póker simboliza: incluso para aquellas cuyo oficio es una elección, el precio a pagar es habitar un ambiente predatorio y sumergido en el consumo de drogas y alcohol, lo que convierte cada encuentro en un juego de supervivencia. La capacidad de las trabajadoras sexuales trans para interpretar correctamente distintas situaciones y modificar su comportamiento es esencial, así pueden evitar agresiones, no sólo de sus clientes, sino de sus familias, de las autoridades e incluso de sus propias compañeras. 

Si deseas conocer más sobre Póker de damas, puedes ingresar aquí.

Información tomada de la página del MUAC / Alejandra Labastida