Stranger than kindness, una exposición que sumerge al visitante en detalles extraordinarios que comentan la naturaleza frágil y vulnerable de la identidad en el trabajo del ya legendario músico australiano
Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Este 2020, en plena crisis mundial por la pandemia del Covid-19, Nick Cave (Australia, 1957) participó en el álbum Angelheaded Hipster. The Songs of T Rex and Marc Bolan, con el tema “Cosmic dancer” lanzado como sencillo a finales de abril. Una canción delicada que en la versión de Cave suena con cierta nostalgia por saber desde joven, la razón de su existencia sin que eso evite el miedo o la tristeza. Originalmente lanzada en 1971 en el álbum Electric warrior, sexto de la banda británica T Rex, que encabezara el talentoso y muy pronto desaparecido Bolan, el bello tema tiene ahí cierto rasgo de la pedantería joven que aún no ha sufrido un descalabro y que, entre el blanco y el negro, aún no es capaz de ver los pequeños matices. Cave, atormentado en varios momentos y siempre intenso, en los álbumes de los últimos años ha logrado delicadeza y precisión tanto en sus arreglos como en sus armonías, así es “Cosmic dancer”.
Dos meses después del lanzamiento de “Cosmic dancer”, en La Biblioteca Real Danesa de Copenhague, se presenta la exposición Stranger than kindness (Más extraño que la bondad), una serie de instalaciones inmersivas que nos llevan a los años de consolidación y transformación de Cave; es un recorrido por los universos creativos de este artista que no fueron pensados para la observación de un público.
El valor del proceso como parte de una obra de arte es reciente, es una de las herencias del arte conceptual. En el caso de una figura como Cave, si un álbum es la obra, ¿cuál es el proceso? ¿Cualquier estrella de rock es un artista? Por supuesto que no. ¿Cuál es la diferencia?
Nick Cave tiene una obra que va más allá de lo que puede considerarse lo propio de una estrella de rock, lo mismo escribe poemas como los que se leen en el libro La canción de la bolsa para el mareo (Sexto Piso, 2015); novelas como La muerte de Bunny Munro (Malpaso Ediciones, 2009); que reflexiona sobre la creación como la conferencia que ofreció en Viena en 1995 sobre cómo el tema amoroso se puede convertir en un estatuto religioso vía la canción.
En Stranger than kindness se muestran los temas más importantes del corpus de su obra, así como el método de trabajo y fuentes de inspiración. Está la música como una constante, algo que Cave ya ha explorado con dos disqueras al crear dos álbumes con los temas que lo han definido como músico, desde las raíces. Se puede ver parte de sus archivos y cómo todo eso se enlaza y mezcla.
Las instalaciones recorren tres momentos importantes: Los terribles años de sus primeras agrupaciones en Australia como The Birthday Party (The Boys Next Door). Su traslado a Berlín —donde ha tenido uno de sus períodos más obsesivos— y Londres; y el cambio de su vínculo y colaboración con The Bad Seeds hasta 2019.
Las instalaciones de Stranger Than Kindness fueron trabajadas por los curadores de la Biblioteca Real Danesa y el propio Cave, así que, el resultado está entre la biografía y las ficciones, las ficciones creadas por el autor, sus personajes e historias y la autobiografía que construye a posteriori, aquello considerado importante, ese tipo de cosas que tal vez no ocurrieron como se cuentan, pero que construyen la memoria.
Para la exposición Nick Cave ha comentado cómo nació esta colaboración:
«Cuando la Biblioteca Real Danesa me contactó con la idea de una exposición, yo estaba reacio a involucrarme. No soy nostálgico por naturaleza y no tuve tiempo para un viaje a la memoria. ¡Pero el equipo de la biblioteca era claramente personas serias con una maravillosa energía infecciosa y me atrajeron! Creamos una exposición que es diferente a todo lo que había sucedido antes, sus pies están enraizados en el pasado, pero llegan a un futuro incierto. Al final pudimos armar una exposición de detalles extraordinarios que comenta la naturaleza frágil y vulnerable de la identidad. Estoy muy orgulloso del resultado que es único y poco ortodoxo, una historia destrozada que llamamos Stranger Than Kindness».
Junto con Warren Ellis, antiguo cómplice creativo, Cave también ha creado un paisaje sonoro de 800 metros cuadrados que contrasta y redimensiona la narrativa de las ocho salas de la exposición, que estará abierta hasta el mes de febrero del 2021.
Pero Cave no se está quieto. Recientemente el creador del magnífico álbum Ghosteen (2019), considerado como su mejor obra, ha anunciado un concierto en línea para el jueves 23 de julio titulado Idiot prayer (Oración idiota). Será una presentación a solas con un piano. Se ha prometido un recorrido desde los primeros temas de The Bad Seeds hasta algunos que integran el Ghosteen. Este concierto sería uno de los primeros de un artista de su talla que utiliza este recurso en tiempos de pandemia. El concierto ha sido grabado en el Alexandra Palace de Londres (con fotografía de Robbie Ryan y edición de Nick Emerson), pero se liberará el streaming en esta fecha. Así que el público no podrá poner pausa, ni adelantar, regresar o reiniciar el video. Los boletos para esta transmisión en línea ya están a la venta.
El concierto tiene tres funciones, el jueves 23 de julio a las 20 horas AEST (Australian Eastern Standard Time. Equivalente a las 22 horas Este en América del Norte y del Sur; y a las 20 horas en toda Europa), y a las 5 am y a las 12 pm del día 24 de julio.
Dependiendo de las condiciones que la pandemia permita, Nick Cave & The Bad Seed tienen contemplada una gira en el 2021.
Imagen de portada tomada de la DET KGL. BIBLIOTEK