Una pequeña serie de tres entregas que mira a aquellos libros que sin ser clásicos han abandonado las páginas para encontrar una nueva ventana de exposición a través de la pantalla
Ciudad de México (N22/Julio López).- En otra época la historia de la escritora Elizabet Benavent hubiera sido otra. Los avances tecnológicos le abrieron una pequeña oportunidad. Hace diez años dio un salto al vacío: se convirtió en su propia editorial y publicó su primer libro En los zapatos de Valeria para descargar en Amazon. Ese acto de fe o de desesperación desencadenó una serie de eventos afortunados que nadie imaginó. Ahora esa historia se convirtió en Valeria en una serie que llega a más de 190 países a través de Netflix.
«Yo sufro constantemente este síndrome de la impostora que tiene Valeria, lo sufro con cada nuevo libro, van veinte libros publicados con el último y yo no solo no me acostumbro, sino que el bloqueo es mayor porque tienes más responsabilidad también», nos cuenta la escritora que se espejea un poco con su personaje principal.
Suena fácil, pero la adaptación ha sido toda una aventura, llevarla del papel al streaming fue un reto. La autora supervisó todo el proceso dejando de lado el ego del autor, algo que describe como una criatura de apetito insaciable que crece rápidamente.
«Tienes que hacer un ejercicio de despegarte de los personajes. Esto significa que tienes que entender que ya en el momento que los publicaste dejan de ser tuyos para ser de más gente. Y una vez que cedes los derechos audiovisuales ese abanico de personajes se abre mucho más. Cada persona va a tener su propia visión de Valeria. […] Fue una prueba de humildad también, ver que no estás capacitado para llevar tú tu idea a la pantalla, porque no sabes cómo hacerlo y tienes que dejar en manos de personas que sí.. Entonces ha sido duro, pero muy enriquecedor.»
Si bien la historia se desarrolla como una comedia romántica, ahí están los temas que hoy se discuten: Valeria no busca el libertinaje sino la libertad, no quiere un cuento de hadas sino una relación entre iguales y también quiere superarse profesionalmente sin que esto genere prejuicios sobre sus ideas de maternidad. El siglo XXI acentuó las revoluciones femeninas.
«Yo creo que es una serie que para mí, en mi humilde punto de vista, creo que refleja muy bien cómo es la vida de una mujer ahora mismo, cuáles son sus ansiedades, sus miedos, las dificultades a las que se enfrenta al final del día, que no dejan de ser algo como muy universal.»
La historia se desarrolla en Madrid. Valeria tiene una crisis emocional y creativa, después de ganar un premio de relato corto no sabe cómo empezar su primera novela, además, su matrimonio pende de un hilo. Su refugio y consuelo son tres amigas Lola, Carmen y Nerea. Cada una de ellas busca ser la protagonista de su propia historia.
«Creo que esta serie tiene un punto muy interesante y es que pone el foco en el placer femenino y pone a la mujer en un papel de deseada y también de deseante.»
Sin tapujos, Elizabet Benavent afirma que, en lo esencial, el libro y la serie transitan por el mismo camino, pero en los detalles existe un abismo.
«Es muy diferente al libro, jamás lo comenté en redes sociales antes del lanzamiento, que había que verlo con otros ojos. Yo creo que el libro es el libro, el producto audiovisual es el producto audiovisual y hay que verlos como productos hermanados, pero no como una misma cosa.»
No todas las críticas han sido favorables, a ratos la historia es frívola, un pecadillo que se pasa rápidamente por alto pues esta historia no busca profundizar sino entretener. Cabe destacar que la saga Valeria está compuesta por cuatro libros y Netflix ya anunció la segunda temporada.