Luego de que un incendio comprometiera su historia futura, la explanada frontal de la catedral de París fue reabierta el domingo pasado
Ciudad de México (N22/Redacción).- Puede parecer muy poco ante la ingente tarea aún pendiente, pero sabe a mucho. Notre Dame de París reabrió este domingo 31 de mayo su explanada frontal, a más de un año de que un incendio amenazara con destruir la catedral gótica de ocho siglos de antigüedad y dejara sus alrededores inmediatos contaminados con plomo.
«Hoy esto es una forma casi de renacimiento, hay que seguir siendo prudentes, pero creo que nos podemos sentir felices de volver a este lugar simbólico, Notre Dame es el alma de París», mencionó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien junto con el ministro de Cultura, Franck Riester, y las máximas autoridades eclesiásticas, acudieron para recorrer, también por primera vez, la explanada largamente tapada por un muro mientras era sometida a intensas tareas de descontaminación.
«París ha estado sometido a muchas pruebas, el incendio de la catedral fue una de las mayores, luego esta epidemia. Hoy esto es una forma casi de renacimiento, hay que seguir siendo prudentes, pero creo que nos podemos sentir felices de volver a este lugar simbólico; Notre Dame es el alma de París», afirmó la regidora. «Esto nos permitirá volver a poder admirar desde un poco más cerca nuestra querida catedral», explicó el arzobispo de París, Michel Aupetit.
La reapertura de la explanada es una «primera etapa para recuperar Notre Dame», confió por su parte el ministro Riester. «Es un pequeño paso hacia abril de 2024, pero paso a paso avanzamos con resolución», acotó el general Jean-Louis Georgelin, jefe del proyecto de reconstrucción.
No es un paso tan pequeño. La explanada donde se formaban millones de turistas para poder tener acceso a la catedral era lo primero que debía haberse abierto a un público ávido de ver, aunque sea solo desde el exterior, uno de los edificios más emblemáticos de la capital francesa y de Europa. Pero los obstáculos han parecido casi una nueva maldición tras el incendio que destruyó la cubierta de la catedral y buena parte de su nave central en abril del año pasado.
Primero fue el plomo. El incendio fundió 500 toneladas de plomo de la cubierta de Notre Dame, que se extendieron alrededor de la catedral. Una de las zonas más afectadas fue la explanada, cerrada al público de inmediato. La contaminación llegó incluso a paralizar las obras de reconstrucción el verano pasado. Han tenido que pasar muchos meses y varios procesos de limpieza intensivos antes de que las autoridades sanitarias dieran su visto bueno a la reapertura de la explanada.
Tras numerosos aplazamientos, la idea era reabrir la zona pública de la fachada de la catedral el pasado 15 de abril, en el primer aniversario del incendio. Pero entonces llegó el coronavirus. Al igual que el resto de París, Notre Dame fue víctima del confinamiento que paralizó nuevamente sus obras y, por supuesto, todos los planes para devolverla poco a poco a la vida.
Ahora por fin, en vísperas de que Francia pase a su siguiente fase de desescalada, ha sido posible. Y sus responsables esperan que todo se acelere, incluidas las obras que tienen un retraso de dos meses.
Lo principal ahora es retirar de una vez las 500 toneladas de andamios fundidos que siguen amenazando la catedral. «Esta semana se retomará la instalación de los andamios para poder quitar los que se quemaron. A partir del 8 de junio, los avances van a ser mucho más evidentes desde el exterior», prometió el domingo el general Georgelin.