Su autor, Luis Humberto Crosthwaite vuelve a esta novela dos décadas después de su publicación y la comparte de manera gratuita. Una vuelta que es un gesto de amistad y de empatía con sus lectores
Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Hace veinte años, Luis Humberto Crosthwaite (Tijuana, 1962) publicó el libro Idos de la mente, novela que en su momento fue bien recibida; sin embargo, con el paso de los años, creció poco a poco de manera especial con la recomendación de boca en boca. Crosthwaite, quien tiene más de una decena de libros, entre los cuales varios pueden ser considerados referentes de la literatura del norte de México, se ha tomado una distancia de diez años, desde su última publicación Tijuana: Crimen y olvido (Tusquets, 2010). Ahora, vuelve con Idos de la mente, una edición ampliada disponible gratuitamente en formato digital que conmemora su escritura y su amistad con Hebert Axel (1960-2020), director de teatro y figura relevante en la dinámica cultural de Tijuana, quien falleció a finales de abril, víctima de Covid-19. En una conversación con N22, el autor cuenta sus motivos.
«El libro empezó despacito, pero al largo del tiempo ha sido bien recibido, eso es algo que me da mucho gusto. Mi motivación principal para publicar este libro es que perdí a un gran amigo, hace cerca de un mes. Él, Hebert Axel fue un director de teatro tijuanense. Y durante veinte años, prácticamente desde que escribí el libro, se dedicó a dirigir una lectura dramatizada muy chistosa y creativa de mi novela. Con todo que era un amigo muy querido y cercano, muy ligado a esa lectura dramatizada sobre un texto que originalmente se llamaba Ramón y Cornelio y después se tituló Idos de la mente. Debido a su fallecimiento pensé que una buena manera de conmemorar su vida era hacer esta edición digital y compartirla gratuitamente.»
Hace diez años conversamos sobre la fuerza musical de tu novela y recuerdo me dijiste: «Es para leerse bailando.»
Mi libro siempre ha sido una celebración de la música norteña, es la música de la infancia, es la música que se escuchaba en mi casa, la música de mi madre. Cuando lo escribí se lo dediqué a mi hija como parte de mi herencia cultural. La música sigue día a día sonando en mi casa, en los días de fiesta, de baile y hasta para lavar los trastes, es perfecta. Y lo hago a través de una biografía ficticia de un dueto norteño, no es más que una fantasía que mezclo con referencias rocanrroleras. Todavía siento el gusto de haberla escrito hace veinte años.
En esta edición hay un adendum que me parece importante, pues reflexionas no solo sobre el significado que tiene para ti la obra con el paso del tiempo, también abundas sobre tu amistad con Hebert Axel. Además, esta edición digital, recupera elementos de la edición original que tiene portada y viñetas del gran ilustrador Ricardo Peláez.
Claro, me comuniqué con Ricardo Peláez y amablemente aceptó la reproducción no solo de las viñetas, también de la colorida portada que siempre ha llamado la atención de la gente. También incluyo unas fotos del reparto, coloco enlaces que conectan con Youtube para ver videos de la representación de la lectura. Además, incluyo texto que escribí dedicado a él de lo que fueron nuestros últimos días juntos, porque él y yo fuimos muy cercanos, hacíamos muchas cosas juntos, íbamos a cenar, íbamos al cine, y yo estaba ahí cerca de él cuando se enfermó. Yo estaba en la negación, le decía: «Tienes un gripón terrible, no te angusties…» Sin embargo, él pensó que era serio, se fue al hospital y no lo volvimos a ver. Ha sido una pérdida lamentable para mucha gente. Fue un director teatral de muchos años, de muchos montajes. La pérdida es mayúscula. Para mí la pérdida ha sido como de un hermano, los amigos seguimos en comunicación para preguntarnos cómo estamos. Ha sido muy doloroso.
Hace tiempo que te alejaste del mundo editorial y ahora regresas, discreto, con Idos de la mente.
He estado separado con todo lo que tiene que ver literatura y publicaciones. De alguna manera lo documento brevemente en el texto que hice para Hebert, muy lleno de felicidad, pero esa felicidad a lo largo de mi vida se ha oscurecido en varias ocasiones a causa de la depresión, entonces, tuve una depresión prolongada que durante años me ha mantenido alejado de todo esto. Pero bueno, lo estoy regresando, sigo mi camino. Y, justamente, Hebert, mi amigo, uno de mis principales promotores, fue el que me dijo: «¡Levántate!» Y yo regañado, empujado por él, he salido y ahora regreso. Él me aventaba escaleras y sogas para salir, lo tomó como algo personal. Y lo logró, conté también con el apoyo de una amiga. En verdad estaba en el lado oscuro de la fuerza. Gracias ahora estoy de nuevo entre los jedi.
¿Por qué lo compartes de manera gratuita?
Con mucha frecuencia me dicen que eso libros míos, al menos los que deberían estar en el mercado porque fueron publicados por editoriales comerciales, no se encuentran en ningún lugar. Sin embargo, esos libros están en “catálogo”, tengo contrato firmado con la editorial. Pienso que los libros tienen un potencial de lectura si se distribuyen a través de redes sociales, no sé cuántos lectores tenga, tal vez sean un manojito, pero sé que están ahí conmigo en mis redes sociales.
Me gustaría retomar estos libros, reeditarlos, reformarlos, hacer como en Idos de la mente, hacer todo un trabajo de composición con ellos y regalarlos. Creo que eso sería para mí lo mejor, a que el libro esté en algún almacén o inexistentes, pues son libros muertos. Me gustaría encontrar la manera de resucitarlos y de que lleguen a donde deben de llegar.
Me gustaría que la editorial entendiera que quiero regalarlos, he estado pensando qué es lo que voy a hacer con el libro que ahora estoy trabajando, pues yo no soy un autor que vive de sus regalías. Vivo de dar clases, dar talleres, y de lo que vaya saliendo. Me gustaría encontrarme con mis potenciales lectores.
Tus libros son un referente para la literatura del norte. Hace unos días vi en redes sociales una publicación de Luis Jorge Boone, que recomienda con gusto la lectura de Idos de la mente.
Sí, qué cosa curiosa, he visto el entusiasmo de algunas personas por esos libros y otras que aún no los conocen. Esa es una de las principales razones por los que me gustaría distribuirlos gratuitamente.
¿Escribes algo ahora?
Ahora estoy escribiendo una novela que espero tener lista a finales de este año. Yo tengo que estar contento para escribir. Una historia me tiene que llenar de gozo si no, no lo hago, no tiene sentido. Y eso es lo que están pasando con lo que estoy haciendo ahora, es un gozo recuperado que hace mucho tiempo no lo tenía, mis personajes son gente que se dedica a los talleres de literatura, mis personajes son escritores incipientes, son maestros, son gente que de alguna manera se ha acercado a la literatura desde distintas formas. Muchos de ellos son lectores. Eso me satisface, es un gozo recuperado que hace mucho tiempo no sentía.