Estos animales marinos están eligiendo ingerir microplásticos antes que su alimento natural
Ciudad de México (N22/Redacción).- La gran isla de basura ubicada en el Pacífico Norte, es una de las consecuencias más evidentes del estado de nuestros océanos y del nivel de contaminación al que los hemos llevado y que pone en peligro a diferentes especies. Ahora, un estudio ha detectado que ciertos corales silvestres se alimentan de microplásticos en lugar de ingerir su alimento natural aun cuando éste contiene bacterias que pueden matarlos, esto de acuerdo a información publicada por National Geographic.
La publicación de este estudio se ha basado en una especie templada de coral extraída de Rhode Island, aunque también apunta a que grandes arrecifes de coral que también podrían estar consumiendo microplásticos provenientes de los desechos plásticos.
La bióloga especializada en corales, Randi Rotjan, de la Universidad de Boston, tuvo que cambiar la narrativa de su investigación al toparse con los microplásticos, «eliges tu ecosistema, eliges tu organismo y es muy probable que encuentres microplásticos.»
Al inicio de la investigación se recolectaron cuatro colonias de «Astrangia poculata» silvestre, localizado en la costa atlántica de Estados Unidos, desde Massachusetts hasta el Golfo de México, y eligieron su entorno: la costa de Rhode Island porque «estaba cerca de un entorno urbano que podría contaminar el agua con plástico».
Información publicada por ABC Natural, señala que en el laboratorio «los investigadores cortaron los pólipos de coral individuales y contaron el número de microplásticos. Encontraron más de 100 pequeñas fibras en cada pólipo. Aunque este fue el primer registro de microplásticos en corales silvestres, investigaciones anteriores ya habían demostrado que esta misma especie de coral consumía plástico en un laboratorio.»
Jessica Carilli, científica del Centro de Guerra de Información Naval del Pacífico en San Diego, California y coautora del estudio, señaló que: «no sólo se están comiendo pasivamente las partículas que flotan al alcance de sus tentáculos. Desafortunadamente, prefieren el plástico a la comida real».
Imagen: Alex Seymour/Duke University