La filósofa italiana se convirtió en la primera mujer con un doctorado
Ciudad de México (N22/Redacción).- Tener acceso a una educación básica, incluso en pleno siglo XXI es complicado, no se diga una formación universitaria. Pero si hablamos del siglo XVIII, las posibilidades se reducen al máximo y en cuestión de género, para una mujer era impensable. Hoy, Google le dedica un Doodle a la italiana Elena Cornaro Piscopia.
Cornaro Piscopia nació en Venecia el 5 de junio de 1646. Su padre, Giovanni Battista Cornaro Piscopia, noble y amante de la literatura y la ciencia, educó a su hija yendo contra los preceptos de la época: recibió clases de griego y latín, y aprendió también hebreo, español y árabe. Estudió matemáticas y astronomía; el clavicordio, el arpa y el violín. Compuso también poesía.
En 1672 fue aceptada en la Universidad de Padua, pero no pudo hacer el doctorado en teología pese a que los teólogos de la misma la aceptaron, el rechazo vino del cardenal Gregorio Barbarigo, canciller de la universidad y consejero del Papa Inocencio XI. Después de esto optaría por el de filosofía.
El acontecimiento llamó la atención para bien y para mal. Elena fue considerada un mujer sabia, pero al tiempo, una curiosidad por la extrañeza de que una mujer tuviera acceso a ese nivel de educación. A su examen oral final asistieron profesores, estudiantes, senadores e invitados de universidades de toda italia, según se lee en una nota publicada por la BBC.
La suerte no fue la misma para otras mujeres que quisieron seguir sus pasos, Carla Gabriella Patin intentó titularse también en filosofía en la misma universidad y fue rechazada, se enfrentó a una dura oposición, incluso del padre de Cornaro Piscopia que celó la atención y los privilegios obtenidos por su hija.
Elena Cornaro Piscopia murió el 26 de julio de 1684 a los 38 años debido a las largas horas de ayuno, la flagelación y la vida monástica que llevaba.