La actriz que inmortalizó una de las cintas de Bergman, junto a Liv Ullman, Persona, murió a los 83 años de edad
Ciudad de México (N22/Redacción).- En Persona (1966) vemos en pantalla a las dos musas del cineasta sueco, Ingmar Bergman: las maravillosas Bibi Andersson y Liv Ullman. Más allá de ese detalle, ambas construyeron una carrera en el mundo del cine. Ambas poseedoras de un talento que ha dejado huella. Este lunes se dio a conocer la muerte de Andersson a los 83 años de edad, en Estocolmo.
Además de Persona, Andersson protagonizó cintas como El séptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) y Sonrisas de una noche de verano (1955), todas de Bergman.
Andersson nació en Estocolmo en 1935. Realizó estudios en el Teatro Dramático de Estocolmo, que abandonó para seguir a Bergman. Juntos realizarían 13 largometrajes en total; también fueron pareja.
La actriz está relacionada con una camada de mujeres que, en el cine, lucharon por la libertad y la independencia, en la que también están Jeanne Moreau, la propia Ullman, Monica Vitti, Jean Seberg y Julie Christie, entre otras.
Trabajó también con John Huston, en La carta del Kremlin; con Robert Altman en Quinteto; con James Toback en Un cebo llamado Elisabeth; con George Schaefer, El enemigo del pueblo; con George Sluizer en Dos veces mujer; y con Gabriel Axe en El festín de Babette. Su último trabajo lo realizó en 2009, en España, a lado de Aitana Sánchez-Gijón, en La escarcha, una cinta de Ferran Audí.
En 1958 fue reconocida en Cannes como mejor actriz por En el umbral de la vida (de Bergman), y recibió el Oso de Plata en la Berlinale, en 1963, por La amante, de Vilgot Sjoman.