Un reality show de Netflix que desde el entretenimiento busca empoderar al hombre travesti y una investigación de datos duros hecha por un profesor de la Universidad de Clemson
**Alerta spoiler: este texto contiene varios grados de subjetividad. Fue discutido entre seguidores del programa.
Ciudad de México (N22/Alizbeth Mercado). – Los maratones de series no son cosa nueva, del gusto viene el interés, después el amor y de ese amor algunos programas se convierten en iconos de la cultura pop porque trascienden su nicho a un público diverso. Es el caso del reality show RuPaul Drag Race (Netflix estrenó la temporada 11 el pasado jueves) que ha desatado grupos de discusión en internet y aceptación por cosas que se mantenían como tabú, como el travestismo.
El show surgió en 2009, cuenta con 11 temporadas y cuatro episodios de “repechaje” donde las concursantes que no ganaron en su temporada tienen la oportunidad de obtener la corona (además de un especial de Navidad). El último título fue compartido por Trinity The Tuck y Monique Heart.
Ophelia Pastrana nos comentó que para ella, como experta en temas de género y admiradora del programa, se trata del «empoderamiento del hombre que se traviste (…) es un show post identitario, básicamente presentan esta libertad en cuanto al look, al ser y a los permisos que te dejas llevar y en eso, lo que realmente quieren probar es el filo de lo que se considera género y binario, y binario de género, porque hay una cantidad de cosas que se preguntan: ¿eso es realmente de hombres o de mujeres?»
La imagen de los travestis siempre se asociaba con la comedia y esa es la diferencia de este reality show que apela al profesionalismo del Drag Queen, a cuestionar el género binario y la asociación que se tiene sobre la feminidad y la debilidad. «Nos enseñaron a burlarnos de lo femenino y que si un hombre no quiere hacer cosas “como un hombre” entonces eso es un insulto.»
«Cuando el patriarcado nos enseñó a que ser mujer es inferior, en la cultura drag dijeron, “ah ¿qué ser mujer es menos? Mira cómo me pongo en perra”. RuPaul Drag Race ha sido un parteaguas en la cultura popular, en lo bonito que es el mundo dentro de lo femenino, no el ser mujer sino lo femenino. Eso es lo bonito del drag, que investiga.»
Fandom extravaganza
En la página Ru Paul Wiki hay información para conocer todos los detalles del reality, estas páginas son alimentadas por voluntarios que conozcan del tema. Además de ser una herramienta de consulta, estos sitios operan como repositorios y de ahí se puede tomar información, como lo hizo Steven Miller, profesor de la Universidad de Clemson en California, para realizar un análisis estadístico (descriptivo) sobre las ganadoras del programa. Aquí se puede consultar dicho análisis.
Para poder armar el análisis, Miller ordenó la información de Wiki y tuvo que ingresar algunos datos “manualmente” (como los resultados de los mini desafíos y los lipsyncs) para poder tener una base «tidier» (en el lenguaje de la ciencia de datos).
Algunos de sus hallazgos no coinciden con lo que sucedió, por ejemplo, “Sharon Needles tuvo la mayor cantidad de victorias en los desafíos principales de cualquier ganadora de la temporada y, en mi interpretación de los datos, la mayoría de las victorias se vinculan a Shea Coulée (una semifinalista de la Temporada 9). Los fanáticos calificarán que Sharon ganó sus desafíos en forma absoluta, mientras que Shea compartió dos de sus victorias con Sasha Velour. Esto puede ser importante para la asignación del dinero del premio, pero no importará en los datos como lo tengo yo”, explica Miller en su análisis.
Miller dice que el desafío más grande para poder hacer un análisis con información que no fue creada para ese motivo fue «la naturaleza irregular del espectáculo. Escribí varios comentarios en los datos, irónicamente, que lamentaban lo mucho que RuPaul odia a los científicos de datos. Por ejemplo, RuPaul ha traído rutinariamente reinas eliminadas en la misma temporada sólo para eliminarlas en el mismo episodio (Carmen Carrera en la Temporada 3, Kenya Michaels en la Temporada 4, Naysha Lopez en la Temporada 8). La descalificación de Willam en la Temporada 4 y la lesión de Eureka O’Hara en la Temporada 9 significa que los resultados de desafío (por ejemplo, cajas fuertes, parejas de abajo, etc.) ya no son resultados de episodios.»
Lo que hizo Miller no arroja resultados definitivos, sin embargo, es interesante ver cómo un producto pop puede incentivar la investigación y dar otras formas de entender este fenómeno. «Mi análisis se lee como si fuera de un forastero que tiene un gran respeto por el reality que tiene miles de fanáticos entusiastas. Sus comentarios los aprecio y creo que eso es bueno.» Además, el análisis le hizo valorar más a dos concursantes: Ben De La Creme y a Katya Zamo.
«Eso es lo que quieres de los fans, que se vuelvan tan parte del contenido que sientan que puedan tener control sobre el contenido porque, a fin de cuentas, es una realidad, hay películas que te llegan al corazón, historia, cine, hay tele que conectas y hasta sientes que ‘amistas’ con los personajes», agregó Pastrana.
Y en el verano Miller hará un análisis sobre la importancia del Snatch Game (concurso de imitación).
Reglas del juego
Este reality tiene préstamos de otros concursos conocidos como los de belleza, concursos de canto y muchos momentos de tensión dramática. Pero, además del entretenimiento ¿qué le podemos pedir?, ¿un esquema predictivo?
Ru escribió este programa para lo que es: la televisión —añadió Miller. Las competencias son más directas. La televisión puede ser mucho más fluida, y Ru ha cambiado el formato para hacer las cosas (ciertamente) interesantes.
Tras la doble premiación que tuvo el programa en All Stars 4 algunos fans manifestaron disgusto por la decisión, RuPaul siempre tiene la última palabra, y de acuerdo con Miller «es subjetivo, pero no es necesariamente injusto. Creo que todos los participantes saben cuál es la naturaleza del juego cuando firman contratos para aparecer en el programa.» Aunque, desde su perspectiva, para tener un panorama claro, «creo que sería bueno si RuPaul incorporara —es mi opinión—algunos rankings en la clasificación de los cuatro finalistas.»
«El show no se trata tanto de que sea un concurso legítimo, sino que es un show de entretenimiento, claro que como cualquier reality van a hacer drama y van a buscar todos los ganchos para que te quedes viendo y cómo sea, en últimas, el cómo leer RuPaul no es desde el entretenimiento que presenta el show, sino desde el movimiento social para empoderar al hombre travesti», explicó Pastrana.
—¿El reality reproduce dinámicas de los otros concursos y, quizá, un estereotipo?
— Se le está dando el mismo trato que se le da a Miss Universo, pero con una belleza que para muchos no es belleza y ahí está lo bonito de observar que eso es una representación de la diversidad, se está haciendo lo mismo que se hubiera hecho en un reality de los 80 y 90, pero con personas a las que toda la vida se les dijo que no eran bellas, concluyó Pastrana.
«El programa ha derribado muchas barreras y estigmas con respecto a los problemas del LGBTIQ+ en los Estados Unidos. RuPaul es muy consciente de la política del momento. Ella es inteligente para incorporar temas de raza en el show también», en opinión de Miller.
Imagen: VH+