El programa espacial chino logra un nuevo hito en esta carrera; se analizará esta parte poco explorada del satélite
Ciudad de México (N22/Redacción).- La sonda Chang’e 4 que fuera lanzada el pasado 8 de diciembre, tocó el suelo lunar este jueves 3 de enero a las 10:26, hora local, de acuerdo a información emitida por la Administración Nacional del Espacio de China. En aquellos días se anunció que la nave antes mencionada y no tripulada, con un vehículo de exploración a bordo, fue enviada para tratar de alunizar en la cara no visible del satélite. Esto como parte del programa chino de exploración espacial.
Este jueves su alunizaje fue anunciado dos horas después de haberse producido, siendo el programa espacial del país asiático una prioridad absoluta para las autoridades chinas. Desde el pasado domingo la nave había entrado en órbita lunar elíptica, según informó la Administración Nacional del Espacio de China. Momento desde el que se buscó el tiempo idóneo para llevar la sonda a la superficie lunar porque la parte no visible del astro tiene periodos de día y de noche que duran catorce días terrestres y se necesitaba la luz del sol para que la operación funcionara como estaba previsto.
Uno de los principales obstáculos técnicos de la misión es que la comunicación con la sonda no pueda ser directa debido a que la misma masa lunar lo impide. Se tiene previsto que el vehículo de exploración que recorrerá esta geografía, transmitirá datos que permitirán esclarecer algunas de las principales interrogantes de este espacio no estudiado de la Luna que es muy distinta a la cara que es “visible” para nosotros; se sabe que está llena de cráteres y se presume que su composición es diferente.
La toma de tierra de Chang’e 4 se producirá en el cráter Von Kármán, donde tocó superficie, una concavidad de 186 kilómetros de diámetro, ubicado en la cuenca Polo Sur-Aitken, uno de los cráteres más antiguos de la Luna.
En esta misión, la nave cuenta con cámaras para grabar el aterrizaje y las imágenes del terreno, y un espectrómetro de baja frecuencia. Se busca además, analizar datos de la superficie lunar. Se llevan a bordo huevos de gusano de seda, semillas de patata y flores para observar la germinación, crecimiento y respiración en las condiciones de baja gravedad en la superficie lunar. Se tiene previsto enviar, en 2019, la misión Chang’e 5 que deberá recoger muestras del suelo y traerlas a la Tierra.