El sello editorial Atalanta, se han centrado en la preservación de la cultura universal y la memoria
Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- Fue hasta la derrota del macedonio Alejandro Magno frente al rey Poros en la batalla de las Hidaspes, en el año 326 a.C., que en Grecia se tuvo una primera gran impresión de los reinos del subcontinente indio. Eso detonó en Occidente una relación de amor-odio frente a todo lo que no entiende de Oriente. Pocos han vivido en cuerpo y alma las formas distintas de entender al universo como en las culturas de esa otra parte del mundo, y mucho de lo que sabemos son traducciones de otras traducciones, interpretadas por alguien más. Uno los pocos que se involucró con el saber de la India fue Alain Daniélou, desaparecido escritor, historiador, músico e indólogo de origen francés que escribió libros muy importantes, dos de ellos traducidos al español por Atalanta: Dioses y Mitos de la India y Mientras los dioses juegan. Su editor, Jacobo Siruela, nos habla del seguidor de Shiva.
“Daniélou fue un indólogo francés que nació en 1907 y murió en 1994, que tiene la particularidad que él aprendió todo, sobre la mitología y la religión, no en las universidades europeas, sino en la India. Aprendió sánscrito, aprendió indi; y lo aprendió sentado en el suelo con los indios, con los eruditos de Benarés, una de las siete ciudades sagradas del hinduismo, también muy importante para el jainismo y el budismo. Todo eso lo aprendió con los jefes religiosos de esta ciudad fundada a orillas del Ganges. De alguna manera podemos decir que él bebe de las fuentes. Era un hombre bastante heterodoxo. Se oponía a todo el mundo de la India anglófila, incluso estaba en contra de los filósofos que habían estudiado en Inglaterra y, decía, habían perdido el contacto con las fuentes primigenias. Él lo que buscaba era la religión original, la religión pre védica. Decía que la decadencia empezaba con los vedas, que se inscriben en la Historia hace 4 mil años. Aseguraba que ahí comenzaba la decadencia. Lo que buscaba era la sabiduría ancestral, libre, muy antigua.”
En el libro Dioses y mitos de la India (1964), compendio de algunos de los protagonistas de vasto universo religioso y mítico de la India, vemos que Daniélou no se interesa, como diría Borges en su conferencia sobre el Budismo (Siete noches, 2001, FCE), en lo históricamente correcto del mito, sino lo simbólicamente verdadero. Es decir, ciertos monjes para poder convertirse en budistas necesitan dudar de la existencia histórica de Buda para así, comenzar a aproximarse a su verdad espiritual. Eso leemos con Daniélou. Al respecto, continúa Jacobo Siruela:
«Curiosamente, lo que busca Daniélou es lo más antiguo, pues a partir de lo más antiguo la gente le hace añadidos y falsificaciones, decía que muchas veces se falsifica el pasado con idealismos. Su búsqueda estaba en la religión de Shiva, dios que tiene muchos aspectos, el que más le interesa era Shiva como dios de la naturaleza, de la voluptuosidad, pues consideraba que la felicidad es lo que más se acerca al estado divino; no el dolor, el dolor lo asociaba con la ignorancia y había que huir de él. Buscaba la religión de la libertad fuera de moralinas. Yo creo que el pensamiento de Daniélou es un pensamiento vivo. Fue un hombre que no solo bebió de las fuentes, también fue iniciado en el shivaísmo, él pensaba que si no participaba de los ritos, si no participaba de las enseñanzas con los indios, de las enseñanzas directas, solo se podría acercar a un pensamiento muerto. El pensamiento tiene que ser experiencia. Él le quitó a la religión todo ese bagaje de iglesia apolillada, era un anti puritano. Por ejemplo, te contaré que una de las personas a las que más detestaba era a Gandhi, por moralista, lo llamaba hipócrita; yo no estoy de acuerdo con eso, pero la religión moralista de la India actual tiene que ver con Gandhi. Daniélou buscaba otra cosa, buscaba más a la religión como un misterio, que es mucho más interesante.»
¿Las religiones que se acercan más al misterio del mundo que a un orden?
Sí, las iglesias lo único bueno que han tenido es que han civilizado, por supuesto que han tenido corrupción y cosas terribles como la inquisición. Pero también han civilizado, han dictado pautas.
Tanto en Siruela como en Atalanta, usted se ha preocupado por reeditar libros antiguos de diversas culturas del mundo. ¿Cuál es su interés en ello?
En Atalanta tenemos una colección dedicada a la memoria, hemos publicado las memorias de Giacomo Casanova, las auténticas, no las censuradas, es la autobiografía del siglo XVIII, la gente no conoce a Casanova, quien es un cosmos. Es la Europa del siglo XVIII. O bien obras orientales, la primera traducción del I Ching desde el chino, hemos hecho también el Jin Ping Mei o el ciruelo en un vaso de oro, una de las obras fundamentales de la novelística china, es una novela erótica, pero el erotismo oriental es distinto, siempre busca el placer. En Occidente el erotismo está frente a las limitaciones católicas, por eso es transgresor, es un placer intelectual que no necesariamente va de la mano con el éxtasis del cuerpo, como sí ocurre en Oriente.
Alain Daniélou vivió en la India entre 1930 y 1960, en 1949 fue nombrado profesor de la Universidad Hindú de Benarés y director del Colegio de Música India, fue autor de más de treinta libros sobre la cultura hindú. En 1987 recibió la medalla Kathmandu de la UNESCO y fue amigo de Rabindranath Tagore y Gandhi le parecía un moralista. Daniélou estaba interesado en la religión prevédica, o sea, antes de hace 4 mil años.
Daniélou buscaba más a la religión como un misterio, que es mucho más interesante. Buscaba las religiones mistéricas, la metafísica y un entendimiento más profundo de las antiguas sabidurías espirituales de la India.
Cuando Alain Daniélou investigó el Mahabharata, al llegar a los capítulos del “Bhagavad-Gita”, uno de los cantos épicos de la literatura hindú, se encuentra que el conflicto está planteando en términos de ejércitos enfrentados, y descubre que conflicto real se está dando en nuestra alma. Lo que se enfrenta es el llamado del intelecto y el llamado que del corazón.
Todo lo que es opuesto a nuestro tiempo creo que es interesante porque nos confronta con lo otro. Porque pone a prueba nuestra capacidad de comprensión. Nuestra tolerancia. Nuestra apertura de mente. Y creo que en este momento debemos de conseguir que los opuestos se conviertan en complementarios. Muchas veces lo más antiguo es lo que más se acerca a la actualidad, por ejemplo pensemos en muchas de las visiones que tuvieron los presocráticos se parecen a teorías de la física cuántica, o el neoplatonismo tiene ciertos aspectos donde podemos ver que pensamientos muy antiguos pueden ser muy modernos. Yo creo que la memoria es fundamental, vivimos tiempos de olvido. La actualidad parece que absorbe la categoría de todas las formas culturales y nosotros hemos querido en una de las colecciones, apostar por la gran memoria. Y entonces los libros de Daniélou, que intentan rescatar parcelas del pensamiento indio muy pocas conocidas.
En los años setenta, Daniélou creó la Fundación Indoeuropea de Nuevos Diálogos, con la intención de establecer un puente entre Oriente y Occidente para la discusión de la religión, la filosofía, la música, las ciencias y las artes. Alain Daniélou falleció en Suiza, el 27 de enero de 1994.
Imagen de © Alberto Gamazo