La fundación que lleva su nombre presenta en México el trabajo del fotógrafo en la exposición Toni Catany. Cuando ir era volver
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Toni Catany consideraba que en su obra lo más interesante era el discurso, el relato y el significado contenido en cada imagen. El fotógrafo español pulsaba el disparador de su cámara para capturar momentos fugaces e irrepetibles. Su primera exposición individual la tuvo en 1965 y realizó más de un centenar en todo el mundo. Antes de su inesperada muerte, en octubre del 2013, el artista preparaba una muestra que presentaría en México, en 2014. Como un homenaje a su trabajo, la fundación que lleva su nombre presenta en México la exposición Toni Catany. Cuando ir era volver.
Sobre el trabajo presentado en el Centro Cultural de España en México desde el 10 de octubre, el director de la Fundación Toni Catany, Antonio Garau, comentó en entrevista que la estrategia planteada fue “recoger las obras maestras para que la gente pueda reconocer a Catany, pero al mismo tiempo una investigación de las últimas obras que no eran conocidas y eran de las últimas técnicas. Sus últimos viajes, muchísimas presentaciones, copias digitales buenísimas, con unos colores impresionantes y especialmente su última serie creativa en la que estaba trabajando y la última exposición, que pudo realizar en vida que es Los altares profanos.”
Va recogiendo en sus viajes objetos, objetos que luego los lleva a su estudio de Barcelona y los va acumulando, esos objetos, él los va reinterpretando y en los altares profanos son mesas, como si fuesen altares, como si fuesen ofrendas, va mezclando las culturas, las tradiciones y los referentes que para él marcan todo un sentido diferente de esa imagen.”
Catany aseguraba que sus fotografías eran autobiográficas. Una selección de imágenes que bien pueden ubicarse entre lo clásico y nostálgico, como las de naturaleza muerta que presentó, en los años ochenta, en Francia, o como El niño de Ibiza, conforman esta muestra que puede verse hasta el 9 de noviembre.
Decía que la fotografía tenía que ser, tenía que tener poesía, y tenía que tener misterio, no tenía que decirlo todo, sino que tenía que ser sugerente, un poco es lo que podemos ver en esta muestra, alrededor de cien imágenes.