Planes para un salvamento extraordinario

Ante el desastre del Museo Nacional de Río de Janeiro, museos como el Reina Sofía buscan cómo preservar su acervo en caso de catástrofes

 

Ciudad de México (N22/Redacción).- La pérdida del Museo Nacional de Río de Janeiro tras un incendio que consumió un acervo de más de 20 millones de valiosas piezas y un edificio con una historia de 200 años, si no ha sacudido conciencias aún, por lo menos ha hecho que diferentes museos pongan de nuevo atención en las medidas de seguridad en los centros de arte. En una nota publicada por el diario El País, se señala que el Museo Reina Sofía trabaja, desde hace dos años en un método revolucionario para salvar sus obras de arte.

De acuerdo a la información publicada en el diario español, este método se enfoca entre muchas otras cosas, en proponer la mejor ruta de escape a los vigilantes de sala, a través de dispositivos móviles, en caso de emergencia. Es decir, se trata de un “big data con la información cartográfica y alfanumérica del museo, los expertos están a un paso de crear una herramienta capaz de prever y proponer soluciones inmediatas en caso de emergencia.” Una base de datos, según se puede leer en la nota, es construido por  conservadores, restauradores, seguridad, químicos y arquitectos. Se monitoreará cada sala en tiempo real, se calculará el aforo y, además, se geolocalizarán las obras de arte.

El Museo Reina Sofía y la Universidad Complutense de Madrid trabajan en conjunto en este programa al que se le conoce como PROCOERS, y que es financiado por el Ministerio de Economía desde 2016. Javier Pinto, arquitecto responsable de éste, declaró a El País, que “la innovación de este diseño no está en su tecnología sino en su aplicación a la protección de las colecciones del museo.”

Una de las obras que corre más riesgo ante una catástrofe en este recinto es el Guernica, cuyas dimensiones (siete metros de longitud y sus cuatro metros de ancho) dificultan cualquier protocolo de desalojo de la obra que para poder manipularse tendría que ser desmontada y el estado del lienzo, según se detalla en esta nota, no es el ideal para realizar esta maniobra. Su tiempo de evacuación se ha reducido a diez minutos.