La escritora y poeta uruguaya enfatizó su agradecimiento a nuestro país por los años de acogida. Su obra fue reconocida por “su depurada voz poética” y por saber “renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad”
Guadalajara (N22/Irma Gallo).- “Casi todo lo bueno me viene de México.” Con estas palabras, la uruguaya Ida Vitale, quien viviera exiliada en México durante once años cuando el golpe militar la obligó a salir de su país, agradeció vía telefónica la elección como ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances que le entregará la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el próximo 24 de noviembre. Fue Efraín Kristal, catedrático de la Universidad de California, en Los Ángeles quien, como representante del jurado, dio a conocer las razones por las cuales fue elegida la autora de La luz de esta memoria.
“Ida Vitale representa una fuerza poética en el ámbito de la lengua española. Lúcida y atenta al acontecer humano en la parábola y a partir de ella, su depurada voz poética, apegada al mundo natural, a las expresiones artísticas y al transcurrir del tiempo vivido, sabe renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad. Su curiosidad insaciable se expresa con una fina ironía risueña, una mirada a veces directa, a veces tangencial, que recupera y reinventa las cosas, y nos las hace ver de otra manera, con nuevos ojos”, dijo Efraín Kristal, representante del jurado.
Notablemente emocionada, Ida Vitale sostuvo una charla con la prensa mexicana reunida en la ciudad de Guadalajara. “Casi todo lo bueno me viene de México, todavía. Además es bueno recordar a México, todavía y siempre […] Tiene una tradición tan increíble de acogida a los que se van de su país que bueno, no es bueno el motivo por el cual a uno lo reciben pero después contiene alegría. Literalmente mis once años en México fueron años de realización permitida, que es algo maravilloso. Un lugar que lo recibe a uno como si no fuera extraño, a una le consta que no lo es, pero le dan a una la ilusión de que todo está abierto.”
La autora de Léxico de afinidades, que perteneció a la llamada Generación del 45, tiene 94 años de edad, dijo que la noticia de haber ganado el Premio FIL significa para ella la vida.
“En realidad podría haber desaparecido del mundo de los vivos hace mucho tiempo, pero bueno, esto es ya como la prolongación, y me da un poco de energía para cumplir. Yo tengo que cumplir con México, con un libro que se quedó suspendido cuando murió Enrique, que es un poco, este libro es como un poco mi gratitud a México porque se me vienen todos los nombres de los amigos que de alguna manera me hicieron la vida durante los once años. No tengo igual gratitud para otro país del mundo.”
La poetisa también habló de su amistad y admiración por los poetas mexicanos.
“Puedo pensar en Octavio Paz, en Efraín Huerta, en Montes de Oca, que quizá sea un poeta menos conocido fuera de México, pero estupendo también.”
El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances está dotado con 150 mil dólares. Lo han recibido Antonio Lobo Antunes, Yves Bonnefoy, Margo Glantz, Claudio Magris y Emmanuel Carrère, entre otros. Este año, el comité organizador recibió 79 propuestas de 17 países.