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Una postal sobre el origen del mundo, El huevo órfico, parte de diferentes mitologías y echa mano del performance, la instalación y la instalación lumínica para hilar esta idea primigenia
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Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- El huevo como símbolo de fecundidad, de renacimiento, como sol dorado o luna de plata. El huevo mismo como origen de los héroes y del cosmos. A partir de esta idea la artista italiana Clara Agnelli creó un cortometraje simbólico, el primero en su carrera donde el performance, la instalación y la instalación lumínica han sido su pauta. El cortometraje se titula El huevo órfico y se presenta este fin de semana en el Museo Tamayo.
“Como es una historia de génesis cósmica quería ir a lugares muy diferentes pero en cada lugar la fauna es muy endémica, por eso los lugares son muy importantes para mí en este proyecto. La historia de El huevo órfico viene del mismo huevo, que encontramos en la Historia del Arte, en la mitología y la religión de todo el mundo. Lo encontramos en la mitología finlandesa, la china, pero la que me interesaba era la griega donde un humano sale de un huevo”, dice la artista visual.
En el folclor de Austria, país donde Agnelli estudió, un huevo enterrado en jueves santo aleja la desgracia. En la mitología romana Cástor y Pólux nacen de un huevo fecundado por Zeus en su forma de cisne. Pero es la mitología griega de donde parte el título del cortometraje, pues el origen del mundo a partir de un huevo primigenio es conocido como el mito órfico de la creación, donde la Noche de negras alas, cortejada por el Viento, puso un huevo del que salió Eros. Agnelli se interesa en crear esta obra cuando en Xochimilco conoce al ajolote. Cuenta la historia de la génesis del universo, comenzó cuando ella estaba de viaje en México y se interesó por Xochimilco y el ajolote, al asociar ideas su historia la llevó a Japón y a Italia para continuar con el cortometraje.
“Intento crear un idioma específico, mío, que sea de sueño. Entonces voy asociando, uso símbolos para explicar algo metafísico. No voy a decir qué significado tiene porque me interesa que la gente me diga cómo lo recibe y cómo es la historia que se junta en su cabeza. Seguramente es muy experimental.”
A partir del huevo y su forma, la artista lo asocia al universo, El huevo órfico es un cortometraje que va de lo micro a lo macro, indistintamente. Filmado en Hokkaido, isla al norte de Japón, con clima frío en extremo donde también se han encontrado los vestigio humanos más antiguos de ese país; en el norte de Italia, en minas del más blanco y transparente mármol; y en Xochimilco. Se presenta en el Museo Rufino Tamayo, por única ocasión, con el apoyo de Foro Cultural de Austria en México, el sábado 30 de junio a las 16 horas. Al finalizar la proyección la artista conversará con los asistentes.
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