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Para el músico, con quien pudimos platicar en su reciente visita a México, Trump pareciera que quiere ser un dictador; en su próxima producción musical reflexionará sobre la migración
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Ciudad de México (N22/Alberto Aranda).- Esta semana el baterista mexicano Antonio Sánchez visitó la Ciudad de México para impartir una clase magistral en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes y para dar un concierto en el Auditorio Nacional. En entrevista, el músico y compositor dijo sentirse afortunado “de poder hacer lo que hago, de poder tener la carrera que he tenido hasta ahora y me parece deber social compartir un poco de eso, no sólo por deber, sino porque me gusta.”
Egresado de la Escuela Superior de Música, Antonio Sánchez tocó por primera vez la batería a los cinco años, después estudió piano y composición. Se fue a estudiar y a vivir a Estados Unidos y es allí donde trabaja con Alejandro González Iñárritu en la película Birdman por la que ganó un Óscar. En todo este trayecto el jazz siempre ha estado presente.
“Yo tocaba mucho rock en México, luego empecé a tocar fusión que es rock con un poco de jazz, jazz con ritmos latinos y posteriormente llegué al jazz donde me parece que hay más libertad de improvisar, de experimentar, de expresarte y ahora música muy crossover, mezclo jazz con cualquier cantidad de cosas. Para mí ahora el jazz es música sin reglas. Es lo que significa, pero que está bajo la sombrilla de la improvisación.”
Después de su disco Bad Hombre (2017), donde critica a Donald Trump por su postura hacia los mexicanos y los migrantes en general, el ganador del Grammy está por sacar su octavo disco como solista, el cual llevará por título: Líneas en la arena, donde reflexiona sobre la migración.
“Tiene todo que ver con la cuestión migratoria por supuesto, con todo esto que está en la conciencia de todos nosotros, con la problemática con Estados Unidos y México y cualquier tipo de frontera que son realmente líneas arbitrarias e imaginarias que los políticos y las guerras han puesto por todo el mundo. Me gusta seguir abordando estos temas que tiene un trasfondo social y político. El de Bad Hombre es un disco con una sonoridad oscura, agresiva, vino muy del subconsciente y me di cuenta que tenía que ver con la temática de la política en Estados Unidos.”
Ciudadano de los EEUU desde hace 25 años, el compositor y ganador del Óscar señala los riesgos de tener un presidente como Donald Trump: “me parece que Donald Trump ha sido una de las personas más terriblemente importantes en mucho tiempo, porque si te pones a pensar no ha habido una persona, ha habido muchos dictadores, pero no ha habido ninguna persona de esa mentalidad. Me parece que Donald Trump quisiera ser un dictador. El presidente de Estados Unidos tiene una influencia global muy importante y muy fuerte. No es lo mismo si tienes un dictador en Venezuela que si tienes a alguien que quiere ser un dictador en Estados Unidos.
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