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En Una sociedad de señores: dominación moral y democracia, el ecuatoriano Mario Campaña analiza los fenómenos de dominación no material que se sustentan en tejidos inmateriales
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Mario Campaña / Editorial Candaya
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Ciudad de México (N22/Víctor Gaspar).- “En las democracias actuales los “señores” ejercen una dominación moral sobre el conjunto de la sociedad y eso no está muy visible, pasa desapercibido y pervierte las democracias”, señala el escritor ecuatoriano Mario Campaña que recientemente publicó Una sociedad de señores: dominación moral y democracia. El libro analiza la figura del “señor” como síntesis del poder, los privilegios y el clientelismo.
“Los fenómenos de dominación no material, que se sustentan en tejidos inmateriales, son generalmente invisibles. El fascismo tiene también características de presencia transversal, en el sentido de que es generalizado y no es detectado.”
Mario Campaña no coincide con la idea que intentan vincular con el marxismo o con el concepto de aparato ideológico del estado, acuñada por Louis Althusser, pues señala que en ninguno de los casos se cuestiona la jerarquía. Además, añade el componente tecnológico en este fenómeno. “Me sorprende cuando algunas personas dicen que la tecnología digital es un proceso democratizador. Yo no lo creo, es decir, es el mismo mecanismo. Es un gran negocio. La democracia no es una cuestión numérica. Hay que distinguir entre la democratización y la masificación. Efectivamente los “señores” tienen otros instrumentos más sofisticados para la dominación. No es democratizadora.”
El también autor de Linaje de malditos: De Sade a Jim Morrison (2013), libro presentado en México en 2014 y en donde aborda el tema del mal en figuras como Lautréamont o Baudelaire, destaca como fundamental el papel de la educación en la democracia.
“La vía es profundizar no en la democracia de las instituciones sino en la democracia de la cultura. No hay que entender la cultura en términos de las bellas artes sino en la cultura democrática. Es decir, profundizar en la igualación moral. Cuando hablo de igualación moral esto puede generar una confusión: hablo del igual valor humano, igualdad en la dignidad humana”.
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