José Chávez Morado, uno de los grandes pintores y muralistas mexicanos

  • Autor de cuadros, murales y grabados; innovó la pintura con la experimentación de nuevas técnicas.

Ciudad de México, 04/01/17, (N22/Secretaría de Cultura).- El
pintor mexicano de corriente nacionalista José Chávez Morado (Silao,
Guanajuato, 4 de enero, 1909 – Guanajuato, 1 de diciembre, 2002) formó parte
del movimiento muralista mexicano, y fue también grabador, promotor y asesor
cultural, dejando una valiosa aportación en el terreno de la creación de
instituciones educativas, impulsando la cultura en México y en su estado natal.
Expresó
en vida que lo que más le gustaba del muralismo era su contacto permanente con
el espectador. “Los murales son obras hacia las que el público tiene la misma
actitud que a veces tenemos con los miembros de nuestra familia o con amigos
muy cercanos: a fuerza de verlos y convivir con ellos parece que no los tomamos
en cuenta, pero lo cierto es que están ahí y que sin ellos nuestra vida sería
distinta”.
El
pintor galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1974 dejó en
su obra un legado de mensaje social y de gran riqueza para el arte mexicano,
además de una muestra de su convicción revolucionaria; fue exponente de la
tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, junto con Juan
O’Gorman, Raúl Anguiano y Alfredo Zalce.
En
la década de los cincuenta del siglo XX, José Chávez Morado alcanzó la cúspide
en su producción mural: en su haber cuenta con cerca de una treintena de
murales, entre los que destacan los ubicados en Ciudad Universitaria (El
retorno de Quetzalcóatl, La conquista de la energía
, y La ciencia del
trabajo)
, la Alhóndiga de Granaditas (Guanajuato), el Museo Nacional de
Antropología, el Centro Médico Nacional, la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, entre otros.
Críticos
de arte consideran que la trayectoria artística de Chávez Morado no puede verse
de manera aislada a sus preocupaciones políticas, las cuales lo llevaron a
ingresar, en 1936, a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR),
organización que se pronunciaba en contra del fascismo y del imperialismo y
cuyas actividades se encontraban estrechamente vinculadas a la clase
trabajadora.
Al
interior del grupo, el maestro realizó numerosos grabados de fuerte contenido
crítico contra la represión que fueron publicados en el periódico Frente a
Frente
. En 1938, al disolverse la organización, se unió al Taller de
Gráfica Popular, en compañía de Alfredo Zalce, Pablo O’Higgins y Leopoldo
Méndez, entre otros.
De
la década de los cuarenta destacan algunas obras definitivas en su producción
de caballete, en las que acentúa las raíces indígenas, mestizas y criollas, las
faenas del campo, carnavales y festividades religiosas o de carácter civil que
se mezclan con elementos fantásticos; ejemplo de ello es el óleo México
negro
(1942), que hace referencia al dominio español sobre el pueblo
indígena.
Además
de pintor, destacó como educador, museólogo y coleccionista de obra de arte y
arqueológicas. Compartió con su generación el afán por ocuparse más de trabajos
concretos y de organizar instituciones de producción artística y de proyectos
de espacio público popular que de las glorias y las famas personalizadas. Tuvo
una formación distinta de sus compañeros que trabajaron en un proceso de
consolidación del Estado-nación.
En
el texto José Chávez Morado para todos internacional, una entrevista que
el cronista Carlos Monsiváis le realizó al artista, José Chávez Morado comentó
que para él, el realismo no existía y que buscaba apoyarse en lo que veía.
“Creo
que todos los muralistas hemos usado mucho el rebote. Le pegas a la historia,
la usas como referencia al presente, y de ese modo metes a veces críticas de
contrabando. Pero si el público no capta esas referencias, entonces se habla no
de un realismo sino más bien de símbolos, de figuras o de lenguajes
convencionales; pero realismo, realismo, no ha existido nunca”.
En
la misma charla, Chávez Morado mencionó que se relacionó con los símbolos
creándolos. “Encuentro el gran caudal de símbolos en lo prehispánico, y en
general en la historia mexicana. Mi pretensión es acudir a su fuerza, a su don
de permanencia, aunque al respecto no me hago ilusiones. Cualquier simbolismo
de una época pierde luego su vigencia”.
De
este artista se dijo que nunca se encerró en una torre de conceptos políticos y
sociales, sino que logró una pintura equilibrada, gozosa y fuerte mediante la
sobriedad y economía de medios. En vida, la crítica de arte Raquel Tibol,
señalaba que la obra pictórica de José Chávez Morado era intensa, legítima y
profunda.
Mientras
que para Teresa del Conde, Chávez Morado fue un pedagogo y promotor cultural
consumado. “A Chávez Morado hay que recordarlo, entre otras cosas, como
xilógrafo y litógrafo de excelencia y como diseñador de programas de alcance
masivo; sirva como ejemplo el que implantó en la Escuela de Diseño y Artesanías
del INBA. Estaba obsesionado con la valía de las artesanías auténticas”, apuntó
en un texto.
Fue
impulsor de la corriente de integración plástica, además de promotor cultural y
fundador de varios museos en Guanajuato. En su honor se abrió el Museo Olga
Costa-José Chávez Morado, en la que fue su casa en la capital de su estado
natal, inaugurado en 1993, ubicado en una antigua noria, Pastita No. 158, Torre
del Arco, y que fuese una casa habitación de los maestros.
Junto
con su esposa, la pintora Olga Costa, Chávez Morado decidió donar, en 1975, su
colección de arte prehispánico al Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas
y la de arte colonial y popular al Museo del Pueblo de Guanajuato.
Hijo
del comerciante José Ignacio Chávez y Luz Morado, José Chávez Morado hizo sus
estudios básicos en la primaria conocida como Niño Nati, al concluir el sexto
grado comenzó a trabajar en la Compañía de Luz de Silao, después logró un
empleo en Ferrocarriles Nacionales de México, donde desarrolló el gusto por el
paisaje mexicano.
A
la edad de 16 años emigró a Estados Unidos, donde trabajó como peón en
California, y después a Canadá, donde se dedicó a la pesca de salmón. Fue en
esa época cuando consolidó su inclinación por las artes plásticas. Su gusto por
el dibujo lo llevó a tomar clases nocturnas en la Chouinard School of Art,
época en la que vio pintar a José Clemente Orozco su mural Prometeo, en
el Pomona College, de Los Angeles, California.
Regresó
a México en 1931, para apoyarlo, su padre le abrió una tienda de abarrotes, la
cual quebró. En 1934 se inscribió en la Escuela Central de Artes Plásticas
(Academia de San Carlos), donde  tomó clases de grabado con Francisco Díaz
de León, de pintura con Bulmaro Guzmán y de litografía con Emilio Amero. Años
después en 1949, viajaría por Europa en plan de estudio.   
Sus
primeras labores en el ámbito pictórico fue la realización de caricaturas que
hacía de las personas con las que convivía, a quienes se las vendía.
Como
grabador tuvo dos vertientes: el de compromiso político y el de carácter social
con motivaciones personales y en su pintura, el tema más recurrente es la
figura humana y su entorno más frecuente es el paisaje de la provincia
mexicana, con sus costumbres, sus bailes y mascaradas, así como la religiosidad
popular.
Entre
sus actividades profesionales y académicas estuvo su trabajo como maestro de
dibujo en escuelas primarias y secundarias, su participación en la Asamblea
Nacional de Productores de Artes Plásticas, en el Teatro de la Ciudad de México
(1936). En 1941 fundó con un grupo de grabadores y pintores la Galería Espiral
en la Ciudad de México.
En
1945 fue maestro de Pintura de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la
UNAM. Profesor de Litografía en la Escuela de Artes del Libro, y profesor de la
Escuela de Pintura y Escultura la Esmeralda.
De
1962 a1966 se encargó de la dirección de la Escuela de Diseño y Artesanías del
INBA; de 1970 a 1980 fue director del Museo Regional de Antropología e
Historia, asesor cultural del Museo del Pueblo de Guanajuato, esto en 1979.
Fue
miembro fundador de la Sociedad de Arte Moderno (1944), miembro fundador del
Salón de la Plástica Mexicana (1949) y miembro de la Academia de Artes a partir
de 1984.
Otro
recinto, también ubicado en Guanajuato es el Museo José Tomás y Chávez Morado,
su casa natal, inaugurado 22 de octubre de 1999, cuyo acervo se integra por más
de 400 piezas entre pintura, escultura, grabado y dibujo de los dos artistas.
Otras
de las importantes obras de José Chávez Morado son el tablero pintado al óleo
con el tema Expresión cultural de Mesoamérica y el grabado en la
columna- Paraguas del Patio Central del Museo Nacional de Antropología, en
1964. Así como los relieves en la fachada de la Cámara de Diputados, que decoró
con planchas de cobre, en 1981.
En
su obra de caballete se pueden mencionar Cuenteros, Danza de muerte, México
Negro, Don Quijote, Casa en la Noche, Muerte del danzante, Las Glorias,
Síntomas de la decadencia,
y La independencia.
El
Premio Nacional de Artes Plásticas montó sus primeras exposiciones en 1946, en
la Galería de Arte Mexicano, en 1944. A partir de entonces su obra ha sido
expuesta en recintos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), así como en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de foros
internacionales.
Algunas
de sus exposiciones fueron: José Chávez Morado: Proyectos Murales, en el
Salón de la Plástica Mexicana, (1950); Chávez Morado: Apuntes de mi libreta,
Galería José Clemente Orozco, (1976); Chávez Morado, Olga Costa: Exposición
Homenaje
, en el Salón de la Plástica Mexicana (1983); Chávez Morado:
Exposición retrospectiva
, en el Museo del Palacio de Bellas Artes (1988).
Posterior
a su fallecimiento se montaron José Chávez Morado: Dibujo y grabado en papel,
en el 31 Festival Internacional Cervantino, en 2003; José Chávez Morado: En
memoria
, en el Museo de Arte Moderno (2004), y José Chávez Morado: Una
mirada de México,
ésta en el Instituto de México en España, Madrid, en
2011.

Falleció
el 2 de diciembre de 2002, a los 93 años, en su casa de Guanajuato. En el
jardín del Museo Olga Costa-José Chávez Morado reposan las cenizas del pintor,
junto a las de su esposa.

Imagen:Secretaría de Cultura
17AM

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