El clown y el cine mudo se fusionaron en el Cervantino

  • Presentada por la compañía alemana Y2D Productions y la canadiense Chamäleon Productions, esta propuesta escénica utiliza la pantomima como el lenguaje universal

Por Karen Rivera
Guanajuato, 14/10/16, (N22).- «Leo» es un personaje que puede caminar por las paredes y el techo de una habitación, una especie de mago que con trucos y efectos especiales convence al espectador de ver acciones donde no las hay. Creado por el humorista Tobias Wegner, en 2011, este espectáculo, que fusiona las técnicas del clown y el cine mudo, se presentó en el Auditorio de Minas de la ciudad de Guanajuato.
«Es un trabajo sobre la alegría, la soledad, el miedo, la dificultad para sobrevivir. Apuntamos a crear sentimientos y emociones con las que el público puede identificarse, donde las emociones y los sentimientos sean lo más claro posibles a nivel del lenguaje corporal. El personaje principal Leo utiliza la pantomima, no como lo hacía Charles Chaplin o Buster Keaton en 1900, 1915», expresó William Bonnet, actor.
Presentada por la compañía alemana Y2D Productions y la canadiense Chamäleon Productions, esta propuesta escénica utiliza la pantomima como el lenguaje universal. «Leo» se apoya de la tecnología, con una videocámara y proyecciones que desafían los sentidos, así como la percepción de la realidad del público.
«El objetivo de esto es simplemente poder jugar con un sentido de realidad y cambiarlo tan sólo un poco para crear un mundo completamente diferente, es como en el caso de un mago, que está trabajando con el truco de una mano, sabes cómo lo está haciendo pero resulta mágico por la manera en que lo hace», explicó Daniel Briére, director.
Aunque «Leo» ha sido interpretado por diversos actores, entre ellos el mismo Tobias Wegner, es William Bonnet quien con más de 300 representaciones lo desentrañó en el festival Cervantino.
«El hecho de que sea un espectáculo de un solo actor, solitario te permite asumir todos los detalles de éste , el universo del espectáculo desde el inicio hasta el final durante 70 minutos, pero también bajo un estado de ansiedad y de estrés que me permite mantener un nivel de energía al entrar a la escena de dar el 100 por ciento, cada noche». 
Según el actor, es esa universalidad la que le permite viajar a través del mundo para que comprendan lo que sucede en escena sin una palabra, sin hacer uso del lenguaje, sino utilizando un lenguaje corporal. 
«Ya sea que estés en México, en los Estados Unidos, en Corea o en Hong Kong, en todos los continentes, todo el mundo comprende las emociones de estos personajes», finalizó Bonnet.
Imagen: Cortesía FIC
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