El Festival Internacional Cervantino rinde homenaje a Ignacio Padilla

  • «Nacho era uno de los hombres más ambiciosos que yo conocí en la vida, tenía una ambición absoluta frente a lo literario, esa misma ambición creo que también tenía Cervantes».


Por Karen Rivera
Guanajuato, 10/10/16, (N22).- “Nacho se acercó a todo como un niño y eso es un
elogio, y los niños cuentan cuentos y se hacen historias, más que las historias
que les cuentan ellos hacen historias”, comentó Gerardo Kleinburg, escritor,
crítico y promotor cultural.
“Tuvo una curiosidad infinita, tuvo un universo
de lecturas muy variado y al mismo tiempo la generosidad de volcar todo eso en
una sola decisión, siempre perfumadas de humor y a la vez nos transmitían
la idea de que la literatura es una aventura”, agregó Fernando Iwasaki,
escritor.
Para Onofre Sánchez, director de  Siempre, Padilla tuvo perspectivas distintas al
análisis de Cervantes y no por ocurrencia sino por profundidad, siempre fue
profundizando con los años su acercamiento a Cervantes”, agregó Onofre Sánchez,
director del Museo Iconográfico del Quijote.
Ignacio Padilla, el cervantista, el curioso, el excéntrico, que
falleció el pasado 20 de agosto, fue recordado por sus amigos y colegas en un
homenaje que realizó el Festival Internacional Cervantino, encuentro en el que
participaría el escritor mexicano como conferencista y tallerista.   
“Nacho se acercó al Quijote de muchas maneras pero
siento que también lo hizo como un cuento, lo hizo muchas veces con un lenguaje
accesible, simple, podía escoger momentos muy profundos y muy complejos de la
obra de Cervantes o detalles que pudieran parecer nimios”, añadió Kleinburg.
“Pero Nacho era uno de los hombres más ambiciosos
que yo conocí en la vida, tenía una ambición absoluta frente a lo literario,
esa misma ambición creo que también tenía Cervantes, pero también había una
identificación con el Quijote, igual que Alonso Quijano lee novelas de
caballería, y leyendo novelas de caballerías decide que la realidad es
insoportable y que necesita construirse una realidad, que esa realidad paralela
es en la que va a vivir, también era así Nacho. Probablemente no
enloqueció leyendo libros de caballería
pero enloqueció leyendo al Quijote”, agregó Jorge Volpi, director del FIC.
“Sin duda, Nacho estaba destinado a escribir libros todavía mayores y esta
situación tan terrible, el desorden de su ausencia nos compromete a quienes lo
hemos conocido más de cerca, volver a sus libros, leer entre líneas, encontrar
todos los puentes entre los distintos títulos de los diferentes géneros que él
frecuentó, para poder ayudar a todos los lectores futuros a que conozcan como
nosotros conocimos a Ignacio Padilla”, concluyó Iwasaki.
Imagen:http://bit.ly/2e0EZFZ
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