Nunca escribimos sobre un país malo y otro bueno, no funciona así: Rubén Blades

  • «Es muy importante considerar el tamaño de los países y las ciudades, pero ante todo, se trata replantearnos el compromiso político y civil»




Por Huemanzin Rodríguez


Ciudad de México, México, 10/06/16, (N22).-  El 14 de agosto de 2009, Rubén Blades visitó la Ciudad de México para ofrecer tres conciertos en el Auditorio Nacional. En esa ocasión, Huemanzin Rodríguez platicó con el músico. Ahora y con motivo del recital que dará el sábado en el zócalo recuperamos parte de la plática. (NdelaR)
Huemanzin Rodríguez: Rubén, gracias por la entrevista. En su música usted habla mucho de conciencia política, de conciencia civil, en sus letras desde muy joven, por ejemplo, todavía con Willie Colón tenían el tema “Tiburón” donde decían: «Lo tuyo es mar adentro no estar en la orilla…”. También estaban “Buscando América”. Más allá del contexto histórico y el contexto histérico, yo le pregunto:¿»Buscando América» todavía? y ¿En dónde está el tiburón? 
Rubén Bladés: Cuando sale “Tiburón” estaba el conflicto centroamericano, con los contras metidos ahí, el argumento lo tomas como anti imperialista, pero no por eso es un tema dedicado al imperialismo de Estados Unidos. China entra en Tibet, es un argumento también contra los chinos comunistas; los ingleses entran a Malvinas, es un argumento contra los británicos. Nunca escribimos sobre un país malo y otro bueno, no funciona así. pero también hay un tiburón que es nuestro, local, los tiburones no sólo vienen de afuera, hay tiburones internos que no te dejan hacer tu trabajo, la gente que te muerde que te arranca la oportunidad de poder hacer tu trabajo de una forma buena, y esos son tan dañinos como los otros. 
Además crean las mismas consecuencias y negativos efectos. Ahora, América tiene una posibilidad de reinventarnos, pero para eso se requiere no solamente, un gran nivel de amor, a tu patria, a tu prójimo, al ser humano, para poder dominar intensiones egoístas y el deseo personal, y reemplazarlo por un sentido solidario, incluso para producir ese efecto, y aquí es donde vienen los problemas, tu puedes encontrar el liderazgo pero el sistema te derrota, porque el sistema está diseñado en paradigmas que ya no funcionan.
HR: ¿Qué cosas se suman?
RB: La misión cumplida, una de ellas. Lo que hicimos hace 25 años en momentos en donde no se estaban dando las voces, por la censura, por imposibilidades sobre lo que estaba ocurriendo en ciertas áreas, específicamente en Sudamérica y Centroamérica. Canciones como la “Desaparición del Padre Antonio” hay que entenderla en el contexto, el año, el tiempo y de los que ocurría, en los niveles de represión. No era fácil hacer este tipo de música o cantar esas cosas, porque te asignaban el papel de “subversivo”, de “comunista” y te sacaban de la radio. El tiempo pasó.
HR: ¿Y realmente han cambiado las cosas Rubén? Lo pregunto porque, por ejemplo, en Inglaterra tienen un dicho que dice: «La política dura un día y la religión una semana».
RB: Sí han cambiado, lo que pasa es, asumamos los niveles de responsabilidad que tenemos. Nosotros somos los que permitimos que las cosas cambien o no. Nosotros somos los que permitimos que las cosas se sostengan o no. Nosotros somos los que olvidamos. Somos los que tenemos la responsabilidad. Estas cosas no ocurren en un vacío donde no tenemos intervención y voluntad y las cosas sólo ocurren ¡No! Por supuesto que ha habido cambios. Los cambios hay que verlos en un contexto histórico, no en un contexto histérico. Hace 25 años atrás, la idea de que un grupo de izquierda ganara una elección era completamente absurda. 
Yo creo que tenemos que repensar el asunto del servicio a las ciudades. Las ciudades no funcionan porque están repletas de gente ¿Cómo puedes hacer que Ciudad de México funcione si tiene 25 millones de habitantes? Yo creo que una persona que se lance como alcalde de una ciudad de 25 millones de personas, tiene que ser un optimista incorregible, porque no hay forma, por muy buen intencionado que sea para poder crear condiciones de oportunidad para toda esta gente: Que los servicios funcionen, que exista supervisión. Las ciudades no deben tener más habitantes de los que puedan atender sus demandas. Aquí hay que replantear el asunto y decir: No vamos a tener una ciudad de 25 millones de habitantes, sino mil ciudades de 25 mil personas cada una para que funcione esto. Tendremos un concilio de ciudades. Es replantear el argumento administrativo. Si no lo hacemos no hay forma de que el presupuesto nacional pueda cumplirse en las maneras más efectivas posibles. Y crean demasiados espacios para esconder al granuja.
HR: ¿Qué falta? 
RB: Tenemos que replantear el argumento de administración cívica y civil. Eso va a requerir también un gran nivel de voluntad política. Porque a los grupos políticos no les interesa eso, porque seguimos con la idea de que en los partidos políticos, éste es el que te va a salvar ¿Cómo? ¿Porque tiene un gran programa? Pero cómo lo aplicas exitosamente en condiciones como las que he descrito. 
En países como Panamá tenemos una oportunidad todavía porque somos países con una población de tres millones de habitantes. Todavía hay áreas en Panamá en donde puedes ir y reunir a toda la gente es una plaza y hablarles. Es muy importante considerar el tamaño de los países y las ciudades, pero ante todo, se trata replantearnos el compromiso político y civil.
Imagen: http://bit.ly/1XeSLDp
16PV

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *