- En últimas fechas, esta publicación ha incluido también a escritores reconocidos como guionistas de sus ediciones
Por Irma Gallo
Ciudad de México, 10/03/16, (N22).- En 1978, cuando los dueños de Novedades no sabían qué hacer con el excedente de papel que sobraba de sus publicaciones, Rafael Márquez, inspirado en los «spaghetti western» muy en boga en esa época, sugirió crear una publicación cuyas historias estuvieran situadas en el noroeste de México y el sureste de Estados Unidos. Así nació El libro vaquero, que a la fecha cuenta con mil 790 ediciones y del que se tiran 115 mil ejemplares semanales.
En la presentación de esta singular y popular publicación en el marco de UANLeer, el escritor guanajuatense, Eduardo Antonio Parra confesó:
«Empecé a leer con La familia Burrón y El libro vaquero«.
Afirmó que cuando comenzó a escribir no era muy común este tipo de confesiones. Sin embargo, continuó el autor de Nadie los vio salir, años después se sorprendió con la inclusión de la historia de un transexual en esta publicación.
Por su parte, Edgardo Domínguez Contreras, editor de El libro vaquero, aclaró que la publicación ha ido diversificando sus temáticas, incluyendo cuestiones sociales como ésta, que reflejan la realidad actual, aunque nunca perdiendo de vista que las historias se desarrollan en un ambiente western.
En últimas fechas, esta publicación ha incluido también a escritores reconocidos como guionistas de sus ediciones. El número 1560, «La ley y el Opio», tiene guión de Jordi Soler, mientras que en el 1569, «Un capitán cimarrón», corrió a cargo de Yuri Herrera.
«Las historias de El libro vaquero sin duda nos han influido a algunos escritores», admitió Eduardo Antonio Parra, y finalizó que cuando va a escribir una historia a menudo se pregunta si no se publicó ya ahí.
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