- Bajo esta idea del árbol que crece, el libro establece una metáfora de la obra poética como una criatura viva, que sigue teniendo ramificaciones que encuentran conexión entre dimensiones distintas, que une las palabras para hacer nueva realidad.
Por Karen Rivera
Octavio Paz solía trepar a la higuera de su
jardín en Mixcoac para disfrutar a solas
del mundo. Esas ramas en las que soñaba
imágenes e inventaba cómo nombrarlas, es la metáfora que le da vida al libro El
árbol habla. Octavio Paz para niños. Una publicación que estuvo a cargo de la
escritora Carmen Leñero y que busca acercar la obra del Premio Nobel de Literatura a los pequeños.
jardín en Mixcoac para disfrutar a solas
del mundo. Esas ramas en las que soñaba
imágenes e inventaba cómo nombrarlas, es la metáfora que le da vida al libro El
árbol habla. Octavio Paz para niños. Una publicación que estuvo a cargo de la
escritora Carmen Leñero y que busca acercar la obra del Premio Nobel de Literatura a los pequeños.
“Releí la poesía de Paz
buscando momentos, chispazos que pudieran hablarle directamente a los niños, no
solamente con imágenes visuales, también con imágenes auditivas, pero sobre todo
que fuera un texto fácil, que los niños pudieran entrar en
contacto con él, entonces eso es lo que escogí”, comentó la escritora Carmen
Leñero.
buscando momentos, chispazos que pudieran hablarle directamente a los niños, no
solamente con imágenes visuales, también con imágenes auditivas, pero sobre todo
que fuera un texto fácil, que los niños pudieran entrar en
contacto con él, entonces eso es lo que escogí”, comentó la escritora Carmen
Leñero.
Bajo esta idea del árbol que crece, el libro establece una metáfora de
la obra poética como una criatura viva, que sigue teniendo ramificaciones que
encuentran conexión entre dimensiones distintas, que une las palabras
para hacer nueva realidad.
la obra poética como una criatura viva, que sigue teniendo ramificaciones que
encuentran conexión entre dimensiones distintas, que une las palabras
para hacer nueva realidad.
Además, niños de la colonia Mixcoac, donde el poeta
vivió durante su infancia, realizaron las 45 ilustraciones que complementan el
libro.
vivió durante su infancia, realizaron las 45 ilustraciones que complementan el
libro.
Para el escritor Felipe Garrido, “el resultado es maravilloso porque
hay desde dibujos que ilustran lo que dice el verso, hasta
dibujos que lo recrean por completo, que establecen relaciones que no son
visibles en el texto y que van sumando una cantidad de otros significados que
hacen más amplio el espectro poético del libro”.
hay desde dibujos que ilustran lo que dice el verso, hasta
dibujos que lo recrean por completo, que establecen relaciones que no son
visibles en el texto y que van sumando una cantidad de otros significados que
hacen más amplio el espectro poético del libro”.
Editada por el programa “Alas y Raíces” de la
Secretaría de Cultura, esta publicación
se presentó en la FIL de Minería e incluye una semblanza del poeta
escrita por Felipe Garrido.
Secretaría de Cultura, esta publicación
se presentó en la FIL de Minería e incluye una semblanza del poeta
escrita por Felipe Garrido.
“ Y es un texto que
culmina con una idea de Paz que no está en esos versos pero está en otro libro
muy importante, en Águila o sol y ese
libro termina con cuatro palabras: Merece lo que sueñas, y yo creo que ese es
un lema que todos deberíamos tratar de cumplir”.
culmina con una idea de Paz que no está en esos versos pero está en otro libro
muy importante, en Águila o sol y ese
libro termina con cuatro palabras: Merece lo que sueñas, y yo creo que ese es
un lema que todos deberíamos tratar de cumplir”.
Imagen:http://bit.ly/1ozUiFn
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