Lewis Carroll celebra su cumpleaños con ninfas y nuestros recuerdos

  • Lewis Carroll falleció en 1898. El legado del escritor superó las 700 cartas y las 600 fotografías, así como todos sus diarios en donde evidenció varios sucesos que complementaron su obra.

Por Perla Velázquez 

Distrito Federal, 27/01/16, (N22).- Lewis Carroll (Reino Unido, 1832-1898) es un escritor, que como los buenos escritores, ofrecen varias lecturas dependiendo del carácter literario del relato, que es en donde uno puede encontrar ciertas señales. Es decir, no es un escritor fácil y sin embargo, si es un escritor accesible, comentó en entrevista el investigador César Cortés.

El día que Lewis Carroll contó a las pequeñas hermanas Lidell el cuento de Alicia en el país de las maravillas era una tarde calurosa y soleada mientras daban un paseo por el río Támesis. Charles Dogson, mejor conocido como Lewis Carroll, tuvo una gran amistad con la familia Lidell y acostumbraba a dar con las infantas largas caminatas para gastar su tiempo o practicar la fotografía.
La vida de este narrador comenzó un día como hoy pero de 1832. A temprana edad empezó a trabajar como docente y a colaborar en revistas cómicas y literarias, ahí fue donde surgió el seudónimo con el que es reconocido universalmente. Fue en 1857 cuando obtuvo una plaza como profesor de matemáticas y cuatro años más tarde fue ordenado diácono. 
Dogson era parte de la sociedad Victoriana del momento, por ello, el también artista visual César Cortés afirma que lo que filtra en sus relatos es justo el conflicto de quién observa el mundo como debe ser, pero al mismo tiempo lo ve como quien quiere que sea:
“Muchas de las escenas que Carroll relata en sus libros justo tienen este carácter contradictorio de alguien -Alicia- que sería una especie de alter-ego de Alicia Lidell, una niña que él conoce antes de escribir el cuento y le relata a ella este relato e intenta encontrar este espacio en donde la mirada infantil se puede reflejar en las paradojas que se plantea”.
El primer libro de Lewis Carroll se publicó en 1865, él mismo costeó la publicación y tras salir a la venta fue un éxito, lo que provocó que Alicia en la país de las maravillas tuviera una secuela: A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871). Fueron estos libros los que marcaron una particularidad en la literatura que se hacía en ese momento: podían ser leídos desde la lógica matemática o desde las paradojas, pero la libertad de pensamiento que ofrecía el escritor no fue bien vista por la sociedad. 
“Carroll tiene esta facultad de establecer una especie de non sense, que para la época de principios o de casi mediados del siglo XIX era una práctica común para realizar relatos y para hacer juegos infantiles. Este no sentido, en realidad, tenía mucho sentido sobre todo en espacios en donde por el contrario se podría pensar que la libertad está bastante acotada”.
Además, Cortés sugiere que quien plantea esta contradicción es Alicia, porque representa la lógica bien establecida de la época y es desde este pensamiento que intenta interpretar el mundo irracional de los demás personajes, así va construyendo poco a poco otra manera de entender. 
“Siempre es una pelea de este sujeto que intenta adaptarse a las lógicas que va comprendiendo del mundo operativo de la convencionalidad, intenta resolver estas paradojas de una manera muy lógica y al mismo tiempo de una manera más o menos legal. Nada de lo fantástico, nada de lo aparentemente alucinante lo es del todo, puesto que siempre se basa en términos que la racionalidad en curso nos da para poder derivar hacia otros espacios”. 
No obstante, la predilección que tenía Charles Dogson por las niñas se dejó ver en su faceta como fotógrafo y tiempo después sigue causando polémica esta situación. De igual manera, el celibato, al cual tuvo que incorporarse por los estudios que cursó, fue reflejado en sus obras. 
“Nunca se documentó que hubiese una relación con esta niñas ni tampoco se documentó las cartas que estas niñas, cuando crecen, le escriben a él ya no refieren este tipo de cuestión, sí hay un entendimiento de las lógicas de la infancia e infancia aventurada en los términos de racionalidad e irracionalidad que quizás sí son retratos que dejan ver una línea erótica”. 
Lewis Carroll falleció en 1898. El legado del escritor superó las 700 cartas y las 600 fotografías, así como todos sus diarios en donde evidenció varios sucesos que complementaron su obra. Dogson afirmó que nunca quiso dejar moralejas: porque “no doy lecciones, porque nunca quise tampoco recibirlas. Que cada uno concluya lo que le parezca”. 
“Eso es lo que pasa con Alicia, Alicia se mantiene en un espacio de ambigüedad, de conversación con el otro, haciendo referencia a sus propias lógicas morales, pero nunca creyéndolas del todo y llevándolas también al máximo. De manera que quien está verdaderamente más loco que todos es ella misma”, finaliza Cortés.

Imagen:http://bit.ly/1OZ7NVI
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