Mathias Goeritz: ecos plásticos de una arquitectura emocional

Por Perla Velázquez


El estilo arquitectónico que imperaba en la década de 1950 era el funcionalista. En esa época Mathias Goeritz expresó que la arquitectura debía de cambiar, porque no tenía que ser cuadrada y propuso ángulos desproporcionados; lo importante no debía ser la función sino la emoción. En esos años, el historiador del arte rompió con lo que estaba establecido.
“El concepto de arquitectura emocional es importante entre los arquitectos. Sin embargo, Mathias Goeritz no fue arquitecto y no construyó más de dos edificios, es un poco extraña esta apropiación que se le quiere dar como arquitecto, o darle tanta importancia a la obra arquitectónica que sí la tiene, pero no es lo único”, expresó en entrevista la doctora Leonor Cuahonte. 
La doctora en historia del arte por la Soborna en París compiló los manifiestos, textos y entrevistas que Mathias Goeritz realizó de 1940 a 1990. El eco de Mathias Goeritz (Turner) es un trabajo que resultó de su tesis de doctorado, el cual terminó en el año 2000.

«Me di cuenta que tenía la mayoría de los textos escritos reunidos en una carpeta y me pareció que era una herramienta indispensable para la historia del arte».

-¿Cuál es el contenido que hay en el libro?
-Decidí dividir el libro por tipo de escritos. Era fundamental comenzar por los Manifiestos que son los escritos más conocidos, de más grande difusión de Mathias Goeritz, son ocho y ellos concentran sus principales ideas estéticas. Después de estos textos hay otros apartados como el de Pensamientos y dudas autocríticas, además hay entrevistas a otros artistas que el propio Goeritz realizó y un apartado que son las editoriales que escribió para la revista Arquitectura México de la cual fue director durante años. También existe una sección para la poesía.
Mathias Goeritz estudió arte en la Escuela de Artes y Oficios de Berlín-Charlottensburg y se doctoró en filosofía e historia del arte en la Universidad de Berlín. En estos lugares fue donde nació la facilidad para plasmar sus ideas a través de los escritos y no únicamente en sus obras plásticas o arquitectónicas.

“Es muy importante no olvidar que Mathias Goeritz antes de ser artista fue historiador del arte” 

¿Cómo combinó las dos disciplinas? 

-Siempre fueron unidas, porque utilizó sus escritos para plasmar sus ideas, las ideas que tenía y que producía en obras plásticas o arquitectónicas. Además existió un paralelo entre la obra plástica y la obra arquitectónica de Mathias Goertiz y lo que él escribía. Obviamente, también entre su concepción del arte de su época él expresaba en sus escritos lo que para él debería de ser el arte y lo que no era arte. 

Después de haber llegado a España en 1941 y de haberse casado con Marianne Gast, Mathias Goeritz trabajó al lado de importantes artistas de la vanguardia; impartió conferencias sobre las mismas y fundó la Escuela de Altamira. Mientras en 1949, en Guadalajara, México el arquitecto Díaz Morales fundó la Escuela de Arquitectura e invitó a Goeritz para que impartiera una cátedra. De esta manera el nacido en Danzing, Alemania, arribó al país. 

“El arquitecto siempre trató de dar pistas y abrir los caminos a los estudiantes de arquitectura. Goeritz llegó a México para dar clases y siguió siendo maestro hasta el final de sus días, mucha de su obra estuvo dirigida a sus alumnos y otros arquitectos, en los cuales trató de abrir caminos para que cada estudiante encontrara su propio camino”. 
En estos escritos
que publica la editorial Turner aparecen las creaciones poéticas del arquitecto, cuyo proceso creativo está marcado por el dadaísmo, corriente que también aplicó en su trabajo visual. El desarrollo de esta conciencia se ubica en Berlín, cuando el expresionismo alemán y el dadaísmo estaban cargados de un sentido espiritual. 
“Las influencias le llegaron sobre todo en los primeros años a través de la historia del arte. Él nació en Polonia, pero estudió en Berlín y estaba empapado de todas las corrientes artísticas de principios de siglo. Aunque todavía todos los movimientos no eran estudiados en la Universidad, sí estaban latentes sobre todo en las escuelas de artes plásticas y de Bellas Artes, más que los estudios de historia del arte”.
El eco de Mathias Goeritz aparece bajo el sello de Turner. A continuación les presentamos la entrevista completa con la curadora e investigadora independiente:

Imagen: http://bit.ly/1JiRhDc
             http://bit.ly/1PpLkk7
             http://bit.ly/1SxJEeH

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *