Enrique Vila-Matas, ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances

• He venido a hablarles del futuro, y está claro que como me autoimpongo el tema, yo mismo busco complicarme la vida.

Por
Irma Gallo

«La
inteligencia es el arte de escapar por un pequeño hueco de la situación que nos
tiene atrapados», señaló el barcelonés Enrique Vila-Matas, ganador del
Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, al leer un discurso en el que
reflexionó sobre el futuro de la narrativa, recordando que Roberto Bolaño decía
que la novela que se sostiene sólo por el argumento está muerta.

“He
venido a hablarles del futuro, y está claro que como me autoimpongo el tema, yo
mismo busco complicarme la vida. Nada que me sorprenda demasiado. Así he venido
trabajando estos años, trabajando en libros difíciles, que he llevado lo más
lejos posible, hasta sus límites, libros que al publicarlos se convertían en
callejones sin salida porque sabía que podía ser ya después de ellos”, señaló
el escritor en su discurso.

Resaltó
que cada libro que escribía parecía llevarlo a dejar de escribir. “Lo publicaba
y me instalaba en un estado de callejón sin salida. Y los amigos volvían a
hacerme la pregunta habitual: y después de esto, ¿qué vas a hacer? Yo pensaba
que todo había terminado”, recordó Vila-Matas.

El
barcelonés compartió con los asistentes como le gustaría escribir: “con una
confianza ingenua en la evolución de la existencia de los lectores del nuevo
siglo, creía que en el inevitable futuro la novela en formato, digamos,
decimonónico, que se habría atorado, se ha agotado ya, iría cediendo su lugar a
los ensayos narrativos o a las narraciones ensayísticas, y quizá incluso
cedería el paso a una prosa brumosa y compacta, estilo Sebald, por decir
alguien, es decir muy en el modo en que Nietzsche hacía de la vida literatura”.

En
esta búsqueda por una escritura refundadora, en la que cómo se escribe es tan o
más importante que lo que escribe, Vila-Matas aventuró una crítica a la
industria editorial: “a la caída de la capacidad de atención ha contribuido una
industria editorial que erradica de la literatura todo aquello que los quiere
hacer creer que es demasiado pesado”.

El
escritor recordó a las víctimas de los recientes atentados terroristas en París
citando uno de los libros clave de la Premio Nobel de Literatura 2015 Svetlana
Aleksiévich, Voces de Chernóbil.

“Al
pensar en ellos he oído el eco de las voces de los supervivientes que nos
hablan en el documento de Svetlana Aleksiévich sobre Chernóbil: el libro no
trata de la catástrofe general, no tanto de esto como del mundo después de esa
catástrofe. Habla de cómo la gente se adapta a la nueva realidad.

“Esa
realidad que ya ha sucedido, pero aún no se percibe del todo, pero está aquí,
entre todos, susurra el coro trágico, y ustedes ahora me van a perdonar, pero
lo que dicen las Voces de Chernóbil,
el gran coro, es el futuro”, afirmó Vila-Matas.

El
Presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, también se refirió a los
atentados de París y a cómo el Sindicato de editores francés se pronunció al
respecto. Por su parte, el
crítico literario Cristopher Domínguez Michael, leyó un texto en el que
consideró a Enrique Vila-Matas como el prosista más creativo, lúdico y veloz
que ha tenido la lengua castellana desde Enrique de la Serna.