- «…Murió, digo yo, encerrada en la trampa hospitalaria de nuestro tiempo, que consiste en lo siguiente: no te pueden curar, pero tampoco te pueden dejar morir».
Por Irma Gallo
Ciudad de México, México, 19/03/15, (N22).- Me parece que conviene plantear la discusión de este tema en la Academia Nacional de Medicina
con respeto, por supuesto, a las opiniones de cada quien, pero también desde una perspectiva humanista y laica, comentó, desde su visión como psiquiatra,
Juan Ramón de la Fuente.
con respeto, por supuesto, a las opiniones de cada quien, pero también desde una perspectiva humanista y laica, comentó, desde su visión como psiquiatra,
Juan Ramón de la Fuente.
Si
la muerte es el acto más
íntimo y personal del individuo, ¿por qué no
reflexionar sobre ésta
bajo las ópticas de la literatura, el derecho, y
por supuesto, la medicina? Bajo esta premisa, la Academia Nacional de Medicina,
en conjunto con The Aspen Institute México,
organizó la
Sesión conjunta Morir con dignidad.
la muerte es el acto más
íntimo y personal del individuo, ¿por qué no
reflexionar sobre ésta
bajo las ópticas de la literatura, el derecho, y
por supuesto, la medicina? Bajo esta premisa, la Academia Nacional de Medicina,
en conjunto con The Aspen Institute México,
organizó la
Sesión conjunta Morir con dignidad.
El
escritor Héctor Aguilar Camín decidió contar
una historia muy personal:
escritor Héctor Aguilar Camín decidió contar
una historia muy personal:
En el mes de octubre del año 91, mi tía Luisa Camín ingresó de urgencia al Hospital inglés con un cuadro agudo de peritonitis. La salvaron de
la peritonitis mediante una operación de varias
horas. Salió del quirófano en
estado crítico para una convalecencia en terapia intensiva en
la que pronto necesitó una
traqueotomía y de la que nunca pudo regresar. Murió tres meses después, consciente de su larga muerte, entubada y lúcida. Murió, digo yo, encerrada en la trampa hospitalaria de
nuestro tiempo, que consiste en lo siguiente: no te pueden curar, pero tampoco
te pueden dejar morir.
la peritonitis mediante una operación de varias
horas. Salió del quirófano en
estado crítico para una convalecencia en terapia intensiva en
la que pronto necesitó una
traqueotomía y de la que nunca pudo regresar. Murió tres meses después, consciente de su larga muerte, entubada y lúcida. Murió, digo yo, encerrada en la trampa hospitalaria de
nuestro tiempo, que consiste en lo siguiente: no te pueden curar, pero tampoco
te pueden dejar morir.
Por
su parte, el ex secretario de Gobernación
Fernando Gómez Montt, habló de
la muerte desde el punto de vista jurídico.
su parte, el ex secretario de Gobernación
Fernando Gómez Montt, habló de
la muerte desde el punto de vista jurídico.
Con un consenso político prácticamente unánime, en el 2008 se reformó la Ley
General de Salud para reconocer:
General de Salud para reconocer:
1) al tratamiento del dolor como uno de los
imperativos de la atención médica en la Ley General de Salud.
imperativos de la atención médica en la Ley General de Salud.
2) para
reconocer una regulación especial
que reconociera las potencias y la autonomía del paciente cuando se trataba de una situación terminal y cuáles eran los
ámbitos de decisión del paciente.
reconocer una regulación especial
que reconociera las potencias y la autonomía del paciente cuando se trataba de una situación terminal y cuáles eran los
ámbitos de decisión del paciente.
De este encuentro, aún no hay conclusiones pero para los especialsitas es importante poner el tema en la mesa de deabate.
Imagen:http://bit.ly/1ALH7ke
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