Toledo. Una lucha por el arte que es una lucha popular

  • La relación que Toledo tiene con el INBA es de más de 40 años. Él asegura que la institución cultural es la única que tiene la capacidad para resguardar su legado

Por Perla Velázquez
Ciudad de México, México, 02/02/15, (N22).- «Tengo 75 años creo que es el momento de arreglar todos estos asuntos de propiedades, de lo que uno ha reunido durante su vida. Y decir esto queda para los hijos, esto queda para la sociedad. Entonces es como la herencia», expresó, Francisco Toledo.
El andar del artista juchiteco es rápido. En sus manos carga cerca de cinco libros, algunos aún vienen con el protector que los identifica como nuevos. El pintor ha dedicado parte de su vida a comprar títulos de arte, fotografía, danza, cerámica, música y literatura. Ahora su colección supera los 50 mil y es parte de su donación al INBA.

«Los libros siempre me gustaron desde niño y entonces esta oportunidad de comprar libros para una institución, para el Iinstituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) o para la casa de la Cultura en su momento, lo hacía con mucho gusto y lo seguiré haciendo, porque mi colaboración no termina al haber donado el IAGO, sino vamos a seguir colaborando para que siga prestando este servicio».

En 1988 el IAGO abrió sus puertas. En ese momento los gastos del instituto estaban divididos en tres: el INBA, el gobierno del estado y Francisco Toledo. Pero con el tiempo las cosas cambiaron.
Toledo explica que cuando se creó Pro-Oax empezaron hacer críticas al gobierno del estado porque comenzaron a estar inconformes con algunas políticas del éste. 

«Entonces el estado se retiró y entonces nos quedamos el INBA y yo. Quedamos 50% ellos, 50% yo. Pero al final de cuentas nosotros hemos puesto más, nosotros compramos obra, libros, compramos esta recinto, la casa del IAGO, pero no importa así quisimos hacerlo».

La relación que Toledo tiene con el INBA es de más de 40 años. Él asegura que la institución cultural es la única que tiene la capacidad para resguardar su legado.

«¿A quién se lo doy, quiénes pueden seguir con esta tarea de la difusión de cultura? No sé… ¿La iglesia? No, nadie. Entonces, yo no veo a dónde y si estoy ya por salir, irme, desaparecer, no estar más en este mundo sí me preocupa cómo quede. Mis hijos no tienen las posibilidades económicas para seguir con este proyecto y el estado tiene obligación además». 

P.V.: ¿Confía en las instituciones aún?
F.T.: Pues sí, todavía, al menos en las instituciones de cultura, con todos sus problemas y todas sus limitaciones. Es que yo no tengo el dinero para mantener estas instituciones que hemos creado con el gobierno. Hay muchas cosas que no me gustan del gobierno y las he dicho, pero al final de cuentas no tengo hacia donde depositar este tesoro que he acumulado, no sé, no sabría.
A finales del año pasado, Francisco Toledo anunció el embargo que Finanzas de Oaxaca hizo a sus cuentas. La deuda superaba los 800 mil pesos y de la cual los titulares nunca se enteraron. Pero a parte del dinero que ellos sacaron se tenía que pagar más. 

«La asociación pagó su deuda y ya. Aunque después se supo que esto que cobraba Hacienda, esa deuda ya había pasado; no tenían porque cobrar. Entonces, ellos irrumpieron en una falta». 

Ahora Toledo emitió una demanda contra Finanzas de Oaxaca. «Los abogados nos dicen que tenemos la de ganar, que no debió de haber cobrado ni intervenir las cuentas sin habernos notificado directamente a los que llevábamos las cuentas, no al contador sino a nosotros, los titulares de la cuenta».

Francisco Toledo: el artista que se preocupa por su país
Una noche antes del encuentro con el maestro nos notificaron la entrevista. Toledo accedió a la plática, pero con dos condiciones: vernos antes de las 9 de la mañana y no hablar de su carrera artística. La cita fue a las 8 de la mañana en la Biblioteca del IAGO.
Toledo tiene mucho que decir, pero temas como Ayotzinapa o la refundación del país son dos tópicos que parecen molestarlo. 

«Yo un poco oí por primera vez este término de refundación del país, por el movimiento que empieza con el arzobispo Vera. Ellos son los que están hablando de Constituyentes, de refundación. Esto coincide mucho en lo que Pro-Oax, nuestra fundación, ha estado trabajando durante este tiempo, durante estos 20 años». 

El 21 de enero de este año Francisco Toledo e integrantes de Pro-Oax presentaron la asociación civil Constituyente Ciudadana y Popular, que pretende refundar el Estado a partir de la participación ciudadana y el rechazo a los partidos políticos.

«Necesitamos un cambio muy profundo en las instituciones y es un cambio que tiene que llegar así en paz, sin violencia, aunque, ya no sé. Ahora, ¿cómo lograrlo?, Ahí sí no sé».

La iniciativa se reunirá en la Ciudad de México el 5 de febrero. Los partidos políticos no estarán invitados a la reunión, porque según Toledo ellos son los responsables directos de la crisis que se vive en el país.

«Eso a mí me parece una falsa democracia, yo creo que por ahí no va el cambio, yo creo que van a seguir haciendo lo mismo de siempre. No hay propuestas. Usted sabe, están muy devaluados los partidos, los miembros de los partidos, ya ve que brincan de un lado para otro, que los llaman chapulines. Entonces, qué se espera de esos chapulines. ¡Nada! Seguirán brincando el resto de su vida, pero no arreglarán nada».

El IAGO es una de las pocas instituciones en Oaxaca que muestran su rechazo contra los hechos sucedidos en Ayotzinapa. Una manta negra exige Justicia a las afueras del recinto.  
Pareciera que a Toledo le hace falta el aire al cuestionarle sobre cómo juzga los hechos sucedidos con los normalistas.

«Son atroces, son algo que no… ¡No tienen madre! No hay palabras para decir cómo es esto. ¡Cómo pueden! No sé… me parece muy mal».

Si se les busca bajo tierra, también hay que buscarlos por los aires: Francisco Toledo
Semanas después que desaparecieron los 43 normalistas, Francisco Toledo tuvo una idea: imprimir los retratos de los muchachos, fotografías de los muchachos en los papalotes y volarlos. 

«Nuestra idea era buscar a estos muchachos en todos lados, si ya los buscaban en la tierra en el mar, entonces también buscarlos en el aire y esa mas o menos fue la idea».

En el Istmo los papalotes son un vehículo para que los muertos bajen y lleguen a la tierra. Esta actividad se realiza en las fiestas de día de muertos. Ahora, el maestro resignificó la tradición e invitó a la comunidad a participar.

«Yo sé que los padres de familias que llevaron a sus hijos a volar, o los maestros les han de ver dicho de qué se trataba, pero no sé realmente si quedó una huella en ellos de este hecho de este evento, pero bueno esperemos que sí. Esperemos que la sociedad no olvide estos hechos atroces».

Francisco Toledo es un hombre al que no le interesa la fama artística, pero que sí es un símbolo de creatividad y lucha social que busca un cambio para Oaxaca y sobre todo México.
Imagen: http://bit.ly/1ywhHpC
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