Soñar despiertos con Fellini. A 95 años del genio

  • Era en esas penumbras en donde se encuentra la creatividad de Fellini y además hay imágenes que son sorprendentes, porque siempre estuvo buscando el registro de lo que se escapaba prácticamente  a la mirada común


Por Perla Velázquez

Ciudad de México, 21 / 01/15, (N22).-  Son casi las 7 de la mañana
en Cinecittà, Roma. Federico Fellini es el primero en llegar al set de
grabación y también el último en irse. La
città delle donne
está en grabación y hoy el cineasta tiene en mente hacer
una escena en la playa. Tiahoga Ruge está con él; a pesar de ser su asistente,
ella actuará.

“Fellini realmente era un
gran maestro, porque él entraba en un proceso creativo, sus películas en sí
eran el proceso creativo. Todos los días cada minuto, cada instante, era el
proceso creativo y él sobre una escena que ya había visualizado iba creando”,
comentó Tiahoga Ruge para AgenciaN22.

A finales de los años 70, Tiahoga viajó a Roma para estudiar en La Escuela de Cine de Roma y justo en frente Fellini se encontraba grabando La ciudad de las mujeres. A raíz de ello la cineasta tuvo oportunidad de conocerlo. Ese día que Tiahoga se acercó a conocer a Federico él la invitó a que viera cómo se rodaba la película y cómo trabajaba sus filmes. Poco tiempo después la mexicana se convirtió en su asistente de dirección.

“Algo que muy poca gente me
cree, pero que es la verdad, es que él nunca tenía un guión, él sabía la
película que quería hacer y la tenía en su mente, la tenía en su corazón, tenía
algunos apuntes, algunos bosquejos pero muchas veces él llegaba muy temprano al
set y en ese momento él escribía lo que iba a filmar ese día”.
Este 20 de enero, el
cineasta que se movía en dos mundos: entre lo cotidiano y lo inconsciente,
cumpliría 95 años. Federico Fellini, el maestro del análisis humano, encontró
una zona de creatividad que le dio esa amplia cantidad de imágenes que reflejó
en sus películas.
Él decía que de alguna
manera se movía entre el registro del Sol y de la Luna, apuntó José Gordon. “Esto
es prácticamente plantear que se movía entre lo visible y lo invisible: entre lo
que apenas está a punto de ser y todavía no es. Ese campo, es un campo de
creatividad y este campo implica, de alguna manera, soñar despiertos”.


Los
dibujos de Fellini: la expresión de sus sueños

Desde
muy temprana edad Fellini se dedicó a dibujar. Uno de sus primeros trabajos fue
como caricaturista. Con el paso del tiempo, perfeccionó su técnica y más
adelante fue el psicoanálisis lo que lo llevó a completar su proceso creativo.
“Obviamente
todas estas mujeres exuberantes y todas estas escenas que nos parecen tan
surrealistas no son más que la expresión del inconsciente, porque el sueño es
este canal que tenemos con el subconsciente y él fue el maestro del análisis,
el análisis de los sueños y que estos sueños expresaran esta creatividad”,
expresó Tiahoga Ruge.
La cineasta comentó que
después de que Fellini trabajó sus sueños con el psicoanalista, él aprendió a
recordarlos todas las mañanas y lo que él plasma visualmente en forma de
dibujos son sus sueños.
Para José Gordon era en esas
penumbras en donde se encuentra la creatividad de Fellini y además hay imágenes
que son sorprendentes, porque siempre estuvo buscando el registro de lo que se
escapaba prácticamente  a la mirada común. 


Fellini
y su encuentro con Castaneda


Federico
Fellini y Carlos Castaneda se conocieron en Italia. Para ese momento el
italiano ya había leído los libros del peruano y gracias a Tiahoga conoció al
peruano. En ese encuentro el director de 8
½
le expresó el deseo de grabar Las
enseñanzas de Don Juan
en Cineccittà, Roma, porque decía Fellini, ahí es en
donde funcionaba y allí tenía todo lo que necesitaba. Sin embargo, “Don Juan”,
es decir Carlos Castaneda, le dijo que no, que sí quería rodar el filme tenía
que viajar a México y grabar en el desierto de Sonora y filmar la realidad
mexicana. Fellini aceptó.
“Para él hubiera sido muy
difícil el venir a México y filmar aquí, porque lo hubiera sacado completamente
de su propio esquema de trabajo, pero sí aceptó hacer el viaje, sí hicimos este
viaje extraordinario que para él fue único; un viaje de iniciación dentro de
este mundo que él manejaba, el mundo del inconsciente, en el acercamiento a lo
desconocido”, narró Tiahoga.
Y así a mediados de los años
ochenta, Fellini recorrió México en coche con la intención de hacer una
película basada en Las enseñanzas de don Juan. El viaje lo hizo con Carlos
Castaneda y Tiahoga. Sin embargo, la película no se filmó por razones tanto
fantásticas como esotéricas que rodeaban los mundos del italiano y del peruano.
El encuentro se dio en Los
Ángeles, Estados Unidos, de ahí partieron Carlos Castaneda, Federico Fellini y
Tiahoga Ruge, quienes iban acompañados por un equipo de trabajo. No obstante,
el antropólogo abandonó al equipo en el norte de México. Tiahoga recuerda que al
“equipo mágico” de Castaneda no le pareció la idea de grabar su conocimiento y
compartirlo en una película, por ello decidió no avanzar más.

Viaggio a Tulum

Durante
una jornada de grabación de La ciudad de
las mujeres
Fellini filmaría una escena en donde una mujer camina en la
playa. La actriz no llegó y como el cineasta sabía que Tiahoga se había
desarrollado como actriz antes de llegar a Roma, le pidió que ella hiciera la
escena. En Cinecittà se montó la escenografía para aparentar estar en la playa,
la escena se comenzó a grabar y como no salía Tiahoga le sugirió viajar Tulum
para grabar. De ahí surgió la idea de grabar Viaggio a Tulum.  
Cuando el cineasta italiano
viajó a México visitó Tulum, con la idea de grabar una película. Sin embargo,
de ese viaje no surgió ninguna película. Pero en 1986, cuenta José Gordon, en Il Corriere de la Sera se publicó una
serie de textos en donde Fellini trató de narrar lo que fue el viaje.
“Cuando
él regresó a Roma llegó muy inspirado. Escribió su historia de Viaggio a Tulum y junto con Manara
hicieron el cómic que luego se tradujo a muchísimos idiomas”, expresó Tiahoga.
El
cómic para Fellini era el medio perfecto de expresar esta parte absurda del ser
humano. Era esa herramienta que nos permite salirnos de la seriedad y de la
rigidez humana, de no tomar nada en serio y de podernos reír de nosotros
mismos. Por
ello en Viaggio a Tulum reunió sus
sueños finales.
José
Gordón contó que en el cómic hay un periodista y una mujer que van a buscar al
cineasta a Cinecittà y lo encuentran sentado frente a un lago, no se sabe si
Fellini está vivo o muerto. De pronto su sombrero vuela hacia el lago y la
mujer al intentar rescatarlo se mete a éste y dentro del agua se encuentran las
películas del italiano.
“Estamos
viendo por ejemplo algunas de las escenas que conformaron sus películas y
algunas de las escenografías, todo está ahí en ese cementerio marino y en un
momento dado narra que hay un avión en donde está Marcelo Mastronianni y de
repente el avión junto con Fellini se va. Hace un viaje hacia Los Ángeles en
donde se va a encontrar con Carlos Castaneda”, expresó el periodista y escritor.
Por su parte, en Viaggio a Tulum se muestra el
cuestionamiento con la muerte. Tiahoga Ruge explicó que saber que al final de
la playa, ya entrando al mar, está la muerte y la inmortalidad en este caso.
“¡Qué les puedo decir! Es
increíble abrir un cómic y saber que el personaje principal soy yo. La primera
persona que aparece es Helen, él siempre me llamaba Helen porque nunca pudo
pronunciar mi nombre, entonces siempre me llamaba Helen. El personaje principal
de Viaggio a Tulum también soy yo,
claro estilizado, aumentado hecho a su manera pero eso para mí realmente es
increíble, es maravilloso”, comentó Tiahoga.
Fellini tiene una frase que
dice: “Soy un artesano que no tiene nada que decir, pero sé cómo decirlo”. Y es
ese otro lenguaje humano, basado en los sueños, el que hace que Fellini nos
haga ver aquello que nos rodea de una manera diferente.

“La última vez que vi a
Fellini fue en 1993 cuando le dieron su reconocimiento en Los Ángeles, le
dieron el Óscar de reconocimiento por su trayectoria y él me invitó a estar
presente. Esa fue la última vez que lo vi y me dijo: ‘Prepárate ahora viene Viaggio a Tulum’, él se regresó a Roma,
yo vine a México y poco tiempo después él falleció”, finalizó Tiahoga Ruge. 
Imagen: 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *