El cine de Fellini es humanista y a la vez espectacular

• «Como artista, se equivoca, falla, es excesivo y de pronto maravilloso, no hay una película de Fellini donde no recordemos un momento toda la  vida».

Por Alizbeth Mercado

Ciudad de México, 21/ 01/15, (N22).- «Fellini
se saltaba las barreras y las reglas rígidas del cine e iba mucho más allá para
alcanzar lo imposible, tanto como lo pudiera hacer», comentó la cineasta Tiahoga Ruge (quien dicho sea de paso, fue asistente del director italiano entre 1979 y 1980).

Para el investigador José Antonio Valdés Peña, Fellini es uno de los grandes autores
cinematográficos, al nivel de Ingmar Bergman, de Buñuel, de Kurosawa, sus temas y su estilo
son perfectamente claros.

Creo que como, todo artista tiene épocas, 8 ½  es la época más alta de su talento, porque ya
es él, no depende del neorrealismo, ya de su mundo, ya es un artista que está
luchando con todas sus fuerzas por mostrarse quién es y lo hace de una manera
espectacular.

En
opinión de críticos, la primera película de Federico Fellini es El jeque blanco (aunque le antecede Luces de variedad) y finiquitó el
neorrealismo italiano con La dolce vita.
Hablar de Fellini significa referirse a un cambio en el paradigma
cinematográfico, con él nació el término “cine de arte”, el director será más
importante que la productora.

Había un libro interesante en los años 70 que se
llamaba El director es la estrella y en
efecto, es a partir de autores como Fellini que empiezan a hacer un cine muy
personal y siento que lo que hace con La
dolce vita, que es neorrealismo, es una constante de visión social, lo que
hace es voltear la cámara y reflejar la realidad a parir del individuo, agregó el actor Arturo Beristáin.

El
cine de Fellini es una confesión. A Federico
le interesó la  figura del cineasta, por
ejemplo, Guido en 8 ½ siente confusión
por su trabajo, y como Fellini, defiende la imaginación y las imágenes líricas
de sus piezas.

«Hay datos interesantes de su biografía que se van a ver reflejados en su
cine.  Fellini tiene biógrafos y el hace
una mitografía, él cuenta que cuando era niño vio pasar un circo y se quiso une
al circo con los payachos y fue raptado y estuvo tres meses en el circo que se
reflejen sus películas, la verdad es que sol estuvo media tarde y se lo
llevaron», contó Beristáin.

En
cada película parecen reflejarse sus intereses como el circo,el
mar, la iglesia, las
mujeres y  Roma. Sus
personajes parecen convivir dentro del esperpento que crea Fellini, es decir un
mundo grotesco y único. Asimismo Marcelo Mastrionani fue el personaje más importante para el director.

Pese
a las figuras subjetivas y al simbolismo que privaban su cine, Fellini logró
que el espectador estuviera pendiente de lo que sucedía en la pantalla. Sus
piezas  fueron bien recibidas  por la academia, ganó cuatro premios
Oscar  y fue muy comercial. A excepción
de su última etapa donde ya no fue tan rentable.

Para Valdés, Federico era un hombre lleno de
magia, riqueza y exuberancia, y de estas características viene un término en el argot
cinematográfico, «ésta es una escena fellinesca,
un personaje fellinesco, y que es
eso, un personaje raro, mágico, no es feo ni bonito pero tiene una magia que lo
hace hermoso».

¿Es Fellini un poeta que creo a través de su mundo
onírico un estilo propio, exhaustivo y humanista?

Podría ser, ya que en opinión de Beristáin «como artista, se equivoca, falla, es excesivo
y de pronto maravilloso, no hay una película de Fellini donde no recordemos un
momento toda la  vida».

Sin embargo no se ha hablado mucho de su parte humanista porque siempre la parte  fantástica, la parte, erótica, evocativa de
Fellini es muy fuerte, pero es un gran humanista.   Y creo que eso es algo que en Fellini no se ha
hablado mucho, porque todo lo demás es tan espectacular que te acaba
apabullando, concluyó Valdés Peña.

Imagen:
http://bit.ly/1ujZvn2
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