«El invasor»: una historia brasileña que identifica vidas en todo el mundo

  • Es una historia envolvente que narra la vida de dos constructores que ordenan a un asesino quitarle la vida al socio mayoritario de su empresa, un libro que pone al desnudo los vicios y las ambiciones de dos empresarios, donde el dinero y la búsqueda de poder son las herramientas perfectas para un juego sucio e injusto.

Por Ivonne Reséndiz
Sin duda alguna, la literatura
más allá de ser una forma de llevarnos a mundos donde lo fantástico se vuelve
real, es también una vía de denuncia y crítica que evidentemente transforma a
los lectores.
Y recuerdo la frase de Juan José
Galán Herrera, en su ensayo El canon de
la novela negra y policiaca,
donde dice que “los escritores describen la
sociedad de sus tiempos, una sociedad en crisis, donde las mafias tienen el
poder y las instituciones públicas son corruptas”.
Escritores que muestran el
entorno de su sociedad, de hacer pública la impunidad y corrupción que –no en
todos los casos- se vive, logrando identificar vidas de diferentes puntos compartiendo
los mismos disgustos.


Bajo
este contexto, quiero hacer mención de la obra literaria El Invasor, una historia brasileña de Marçal Aquino que aunque
ocurre en las calles oscuras de aquel país, puede sentirse esa brisa de miedo,
poder y desgracia, que puede ocurrir en cualquier rincón de México.

 

Es
una historia envolvente que narra la vida de dos constructores que ordenan a un
asesino quitarle la vida al socio mayoritario de su
empresa, un libro que pone al desnudo los vicios y las ambiciones de dos
empresarios, donde el dinero y la búsqueda de poder son las herramientas
perfectas para un juego sucio e injusto.

 

Con
base en el ensayo de Galán Herrera, El
invasor
es una novela negra donde lo importante no es la resolución del
misterio, sino que la acción “gira en torno a la violencia cotidiana” y se
caracteriza por “la trama violenta, acción muy dinámica, realismo crítico y
lenguaje cortante y coloquial”.

 

Hablamos de una novela escrita en
primera persona y con un lenguaje sencillo, claro y coloquial, cargado de
descripciones notablemente visuales pero breves que te inundan de adrenalina y
desconfianza, llevándote a terrenos arriesgados y de violencia.
En esta ocasión, Aquino acierta
en lo que enfatiza Galán Herrera, en donde menciona que en la novela negra
predomina “un ambiente de alta peligrosidad, en extremo violento, donde el
poder y el dinero motivan la acción”.
Marçal Aquino no sólo te mantiene
en suspenso por cada decisión que toma Iván, personaje principal, sino que
además, mantiene la intriga del lector por conocer ¿quién es el invasor?
En esta novela, el brasileño
logra cruzar varios matices, donde la prostitución, el amor y la amistad son
sinónimos de miedo, violencia y lucha de poder, permitiendo al lector atar
cabos en cada giro inesperado.

Marçal Aquino, El invasor, Editorial Océano, 2014, 160 páginas.
14AM

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