La ciencia debe ponerse a disposición del público: Sam Kean

  • No soy de los que piensa que las máquinas pueden llegar a tener conciencia o que las máquinas no pueden pensar, el tema no está ahí. Creo que comenzaremos a ver máquinas que van a realizar algo similar a pensar.

Por Víctor Gaspar

Ciudad de México, México, 09/12/14, (N22).- Desde su infancia Sam
Kean pensó que sería un científico pero finalmente estudió literatura inglesa.
Su interés nunca disminuyó y terminó por combinar ambas pasiones. Actualmente
es un connotado promotor de la ciencia a través de sus libros, como El pulgar
del violinista,
en donde aborda el caso de las características genéticas que le
dieron a un músico la capacidad de doblar sus dedos más allá del promedio común
humano. Con estos curiosos casos Kean intentó superar en sus lectores la
aversión a la ciencia.

“Creo que en general con
jóvenes, y con adultos también, uno de los problemas es que se sienten un poco
intimidados por la ciencia. Piensan ‘que es muy difícil’ y por ello es
importante hacerles saber que es divertida, que es una actividad humana, hay
cosas felices, cosas tristes”, puntualizó Kean.
La ética de la genética
De acuerdo con el
también  promotor de la ciencia, sí, hay preocupaciones éticas. Se quiere tener seguridad de lo que
se hace con las modificaciones: Una de las cosas que se aprenden de la
genética es que es casi imposible desenredar un sólo gen sin causar otros
cambios, siempre hay otros elementos que interactúan con ese gen, o puede ser
un sistema de 10 genes que trabajan juntos en donde uno influencia como se
desempeñan los otros. Creo que debemos de ser cuidadosos en ese sentido. Creo
que la mayoría de los científicos está consciente de ello y son bastante
cuidadosos con lo que hacen con los genes.
Kean también ha abordado
el tema de las lesiones en el cerebro en otro de sus libros: La historia de los neurocirujanos en duelo.
Modificaciones de las capacidades mentales y el futuro de la
inteligencia. 
Creo
que va a ser algo muy emocionante. No soy de los que piensa que las máquinas
pueden llegar a tener conciencia o que las máquinas no pueden pensar, el tema
no está ahí. Creo que comenzaremos a ver máquinas que van a realizar algo
similar a pensar. Creo que será una forma diferente de pensamiento a la de los
seres humanos porque obviamente las máquinas no tienen cuerpos, será entonces
diferente. Creo que podemos llegar a replicar a incluso crear una especie de
inteligencia en las máquinas que, espero, podamos usar para cosas productivas y
creativas, explicó.
Internet, el futuro de la ciencia y la
responsabilidad que tenemos

Ha ayudado a encontrar información, a vincularse con gente
que hace las mismas cosas que uno. Pero en otro sentido es más de lo mismo, en
que la gente se interesará en la ciencia para hacer dinero. Y no hay nada
inherentemente equivocado con eso. Pero esperamos que la ciencia pueda ser algo
que sea universal y que se apoye con programas nacionales e impuestos. Apoyo la
idea de que eso se ponga a disposición del público tanto como sea posible,
finalizó el escritor. 
Imagen:http://bit.ly/1zoWWiN
14KR/AM

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