Valió la pena dejar la ingeniería para dedicarme a escribir: Leñero

  • Leñero pensaba que el escoger ser escritor es para toda vida, no por llegar muy alto, sino por poder manejar la herramienta del lenguaje en diferentes géneros

Por Huemanzin Rodríguez

Vicente Leñero fue escritor de guiones para películas como Los de abajo (1976), Cadena perpetua (1978), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre amaro (2002) y Fuera del cielo (2006). El trabajo
de Leñero se suma al de otros grandes escritores vinculados al cine como Xavier Villaurrutia, Emilio Carballido, José Revueltas y Ricardo Garibay, entre
otros.

La fundación Toscano, la Cineteca Nacional y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgaron la medalla “Salvador toscano al mérito
cinematográfico”, en el Palacio de Bellas Artes el 25 de marzo del 2008, en la entrega de los
premios Ariel.
En entrevista para la Agencia N22, el escritor dijo que en lo personal uno siempre siente que ese reconocimiento remite al
pasado, «uno dice: no fue en valde que dejé la ingeniería, para dedicarme a
escribir. Estudiar ingeniería era más fácil porque era una carrera
instituida  y ser escritor era una
aventura desconocida, por eso ante el reconocimiento digo, valió la pena, sí se
pudo”, expresó el guionista.
También mencionó que actualmente los estudiantes eligen ser fotógrafos,
pero no hay quienes quieran ser guionistas.
Leñero desarrolló una estética narrativa, fundamentada en el realismo,
reforzado en sus formas narrativas.
“Un guion se escribe pensando siempre en los contrapuntos, que es un
lenguaje cinematográfico y que debe estar desde el papel. Lo que logra un
guionista, es contar una historia en las condiciones que tiene el cine, para
ello hay varios trucos, desde cómo inicia un texto, cómo llevara por un lado,
cómo hacerlo por el otro”, manifestó.
Leñero ha trabajado con obras literarias adaptadas al cine, casi no ha
escrito ideas originales exclusivas para el séptimo arte, ya que 
los directores cuentan con una idea clara de una novela y la aportación de
una guionista es muy interesante «porque es trasladar a un lenguaje narrativo, o un lenguaje teatral a un
lenguaje cinematográfico.
“Una novela mala puede ser trasladada al cine, los giros de estas las
tiene que dar un escritor, puede resultar una película notable, sucede mucho
con novelas de grandes autores que al ser trasladadas al cine se quedan cortas
o viceversa”, indicó el guionista.
Leñero pensaba que el escoger ser escritor es para toda vida, no por llegar
muy alto, sino por poder manejar la herramienta del lenguaje en diferentes
géneros.
“La imaginación no ha sido mi fuerte como escritor, no se me ocurren
muchas historias como a otros que les brotan con facilidad, una y otra nueva, a
mí se me ha dificultado mucho, así que ya partiendo de lo que pienso fabrico
una historia”, decía.
Asimismo el literato concluyó diciendo que la búsqueda formal es la
clave de todo escrito, ya sea que cuente una historia de principio y fin, o que se interrogue la realidad desde diferentes ángulos, de diferentes formas.
Imagen: http://bit.ly/1tGhCx6
14JP/PV

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