Museo Casa Alfeñique, la historia de Puebla dentro de este recinto

  • El 5 de mayo de 1926 se inauguró como el primer museo del estado y adopta el nombre de Museo Regional del Estado Casa de Alfeñique

Por Huemanzin Rodríguez
La casa de Alfeñique, que
ahora es un museo regional, se construyó en 1790. Los acabados que tiene ahora
son los originales. Su nombre, Alfeñique, se le dio por el decorado de argamasa que le da el detalle. Aunque parecería que está decorada con el betún de dulce.
 
Patricia Vázquez, directora del
recinto, ofreció un recorrido por la casa. Éste comenzó en la sala de recepción
o salón Rojo. “Era muy importante en casas de la época de gente acomodada tener
un salón Rojo. Era ahí donde recibían a los invitados y se hacían las tertulias”.
Ahí jamás convivieron hombres con mujeres. Había un biombo en la parte del
centro, de un lado platicaban los hombres, sobre temas de hombres, y del otro
lado las mujeres, quienes platicaban, pero también cocían, bordaban o tocaban
el piano.
La casa perteneció a Juan Ignacio
Morales, herrero que tardó cinco años en terminar de construirla. Ahí vivió con
su familia y descendientes durante 84 años. Después de vendió a Alejandro Ruiz
Olabarrieta, quien la habitó durante poco más de dos décadas hasta que la donó
a la beneficencia pública. El recinto estuvo abandonado por 30 años y en 1925
se comenzó a restaurar.
“Puebla fue fundada por españoles, a través de la religión
someten a los indígenas entonces es un tema fundamental en Puebla. Y obviamente
tener una capilla familiar dentro de tu casa era básico. Era representativo de
casones de la época, de gente adinerada del Centro Histórico. Es importante
saber que Casa de Alfeñique es la única casa del Centro Histórico que conserva
su capilla familiar”, comentó Patricia.
El 5 de mayo de 1926 se inauguró como el primer museo del estado
y adopta el nombre de Museo Regional del Estado Casa de Alfeñique. “Otro de los
espacios interesantes e importantes que tiene es su cocina típica poblana. Que
también es la original, no se alteró nada. Estaba el fogón, el horno de pan,
todo sigue en su lugar y tiene sus características”.
Si las familias de aquella época eran grandes, la cocina
tenía que ser un espacio donde pudieran convivir hombres y mujeres, toda la familia.
Casa Alfeñique también es el único recinto que expone cuatro
códices en original, que datan de mediados del siglo XVI. Son tres pintados
sobre tela de algodón y uno sobre piel de borrego.

“Como parte de la historia que cuenta la Casa de Alfeñique,
está la batalla del 5 de mayo, tan significante y representativa en Puebla”,
finalizó Patricia Vázquez. 
Imagen: 
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