Es importante que el teatro no intente seguir los modelos del cine: Hans-Thies Lehmann

  • No es la primera vez que Lehmann visita América Latina, pero sí la primera en México y Cuba


Por Huemanzin Rodríguez

Distrito Federal, México, 31/10/14, (N22).- Hans-Thies Lehmann vino a México para participar en
la Cátedra Ingmar Bergman de la UNAM. Para él es muy importante ver cuál es el
impacto y la recepción de sus ideas, especialmente entre los jóvenes que aún no
adoptan un modelo a seguir y están deliberando entre los distintos modelos
aprendidos.
“Me
siento muy contento del recibimiento, el interés y la cálida apertura en México
para debatir ideas, porque ponen en conflicto nuestros conceptos tradicionales
sobre el teatro. Y eso es bueno. Además celebro que sea con el respaldo de una
institución educativa. Pero también, la cátedra permite una conexión entre la
realización de Ingmar Bergman y los aspectos teatrales. Algunas veces he hecho
seminarios sobre los aspectos teatrales en el cine y los aspectos
cinematográficos del teatro», dijo Lehmann.

Según el teórico, se pueden encontrar aspectos muy interesantes del cine hoy. «Si observamos la obra de algunos directores que han
trabajabado elementos teatrales. Y por supuesto, ver cómo el teatro se influyó
profundamente de la cultura mediática y cinematográfica. Por ello, este espacio
es una buena conexión entre Ingmar Bergman y el teatro”.
No es la primera vez que Lehmann visita América
Latina, pero sí la primera en México y Cuba. Ha estado en Colombia y Brasil
muchas veces. Su libro El Teatro Post-dramático ha sido traducido a varios
idiomas, pero de los países de América Latina ha sido Brasil el lugar en donde
más se le ha buscado para seminarios, cátedras y conferencias.

Asimismo dijo que piensa esencialmente en la
diferencia del teatro y el cine, «es lo mismo que le pasó al arte, porque si un
medio nuevo como la fotografía aparece, entonces el arte viejo se tiene que
preguntar cuáles son sus cualidades específicas. Así la pintura se preguntó qué
es lo que había hecho, qué es lo que hacía, qué cosas más podía hacer diferente
a lo que hacía la fotografía. En el mismo sentido la cultura mediática de la
cinematografía forzó al teatro a preguntarse cuáles eran sus cualidades
específicas, qué podía hacer que el cine no. Y por supuesto, la respuesta
simplemente se dirige a que es una conexión viva, esta situación en la que tú
haces una obra de teatro y la gente que te va a ver está en un mismo
espacio-tiempo y respiran el mismo aire, es importante que el teatro no intente
seguir los modelos del cine».

Pero, a la pregunta sobre las cualidades del teatro, el investigador alemán recalcó la escena en vivo, interpretación, trabajo corporal más que
emocional, «por ejemplo puedes controlar perfectamente las emociones en un
encuadre cerrado de cámara para el cine, pero en el teatro tienes el cuerpo
hablándote. El teatro es un medio en donde la comunicación está con todo el
cuerpo más que con falsas emociones.
“El cine cambió completamente toda la idea de
teatro, como cambió la idea de Arte. En literatura James Joyce y otros crearon
una nueva ola de escritura que fue completamente diferente a los otros estilos
trabajados. El teatro
siempre ha sido muy concreto, vivo y directo. El cine siempre ha buscado
ponerte en un sueño, en la oscuridad; el teatro hasta del siglo XIX
se representó con luz, sólo en los tiempos modernos el público fue metido a un
cuarto oscuro. Tienes esta estructura ensoñadora del cine y tienes la realidad
que siempre afecta del teatro. Así que nunca puedes hacer el mismo tipo de
ilusión en el teatro».

Hans-Thies Lehmann sugiere que el artista
de cine debe intentar romper esta ilusión para hacer más rica su obra, si no quiere sólo hacer entretenimiento en el más puro
estilo Hollywood, que es como un policía invisible. 

«Pero hay nuevo y buen gran
cine moderno de autores como Tarkovski
o Godard, hasta Kubrick y muchos otros de hoy, como Lars Von Trier en Dogville, con una
puesta en escena muy teatral y cinematográfica. El teatro tiene la posibilidad de
colapsar muchas realidades e imaginaciones y probar cómo pueden usar al video,
la fotografía o el cine para crear la tensión entre lo vivo y lo mediático.
Este es un fenómeno muy interesante de cruce entre los medios”.

Lehmann ha hecho el Teatro del cuerpo y la
Tragedia del Cuerpo, una obra de tragedia, de una lucha entre los huesos
y la carne, entre lo que está fijo y lo que es
fluido. En la obra él expone a sus actores a la
desnudez virtual o también a la real, como una persona al
sacrificio que se está ofreciendo a la audiencia.
También mencionó que se pueden ver
referencias al teatro en muchas de sus películas, explicó que si uno ve Naranja Mecánica, cuando es la batalla
entre las pandillas que ocurre en un teatro. “Si ves su última película Ojos
Bien Cerrados,
tienes toda una escena teatral durante la orgía. Es realmente
una escena teatral. Y al final en el diálogo entre el héroe y Sidney Pollack,
cuando dice que todo era falso, pero el hecho fue real aunque no fue montado
para él. Así que esas escenas teatrales en la mente, muestran ciertas partes de
la realidad, lo que es muy interesante en la obra de Kubrick.
“Es importante que la cultura
acerque las fronteras y abra la mente de la gente para que entienda qué es lo
diferente. Porque debemos aceptar y aprender de las diferencias y no tratar de
antemano, identificarnos sólo con nuestro comportamiento. Especialmente ahora
en un mundo donde parece que vivimos en la catástrofe entre el hambre, la
guerra y la violencia”, finalizó Lehmann.

Imagen: http://bit.ly/1nYkkAO
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