Ballet Mexicano de la Discapacidad: una compañía en donde la calidad humana tiene más peso

  • Con el Premio de la Juventud que David Serna obtuvo en 2011, el Ballet ha logrado cierto financiamiento al que se han sumado la paga por algunas presentaciones. Con esos recursos se han procurado un equipo de sonido y vestuario

Por Víctor Gaspar
CIUDAD
DE MÉXICO, México,  18/08/14, (N22).-

Para algunas personas dar la
vuelta al mundo es una proeza. Para otras caminar alrededor de una silla es su
máximo logro. María del Carmen es una de las bailarinas del Ballet Mexicano de
la Discapacidad, fundado en 2009, por David Serna, miembro del Consejo Internacional
de la Danza, quien ha desarrollado una metodología especial.
En entrevista, Serna afirmó
que lo que proponen es partir de las habilidades y las capacidades de cada uno.
Es decir, “no les enseño una clase regular de danza donde ellos tienen que
aprender pasos sino que exploramos a partir de las habilidades y las
capacidades que tiene cada uno y es como mostramos una coreografía y llegamos a
un proceso creativo”.
Con el Premio de la Juventud
que David Serna obtuvo en 2011, el Ballet ha logrado cierto financiamiento al
que se han sumado la paga por algunas presentaciones. Con esos recursos se han
procurado un equipo de sonido y vestuario. El apoyo del sector público y
privado ha sido ocasional pese a las bondades del programa.
La tutora y abuela de María
del Carmen, Marisela Aguilar, expresó que su nieta está al pendiente de cuándo
le toca su clase. “Si vamos a ir o no vamos a ir y la manera de bailar. Ella camina
pero nunca nos habíamos dado cuenta que lo que hace con el maestro, baila,
habla, se mueve, lleva bien el ritmo de la música”, afirmó.
Por su parte, Rocío Andrade,
mamá de Ángel Jesús Méndez, dijo que en el tiempo que llevan allí lo que ha
aprendido Ángel es a coordinar sus movimientos y a manejar muchas cosas que no
hacía. “Por ejemplo, el subir unas escaleras y bajarlas le era muy difícil.
Ahora no, coordina muy bien el subir y bajar escaleras, controla su equilibrio.
Antes le era difícil, ahora es mucho más fácil para él”.
Ante la falta de espacios,
el ballet ensaya desde inicios de 2014 en la explanada de un parque en Iztapalapa.
Su fundador afirma que el
arte y la danza son expresiones del ser humano y realmente nacieron como un
impulso de vida. Por eso, “es lo que queremos demostrar, que ellos no necesitan
tener unos cuerpos increíbles y ser excelentes sino que ellos son perfectos en
lo que pueden hacer. En realidad, su hermosura y su calidad humana tienen
más peso que las habilidades que puedan llegar a desarrollar dentro del
escenario”.

En una sociedad que potencia
las capacidades físicas a través de súper héroes, de la idea de bailarines
profesionales sometidos a una férrea disciplina y de modelos de belleza
corporal derivados del consumo, es necesario repensar la expresión artística y
reflexionar sobre la imagen social y mediática que se construye de las personas
con discapacidad.
“El ballet y todas las
clases que damos les han abierto el panorama desde el hecho de que, en el
momento en el que ellos salen el periódico sus compañeros de la escuela los
reconocen, los ubican y saben que su trabajo es importante, saben que no son ya
el niño tonto, sino que ahora son parte de una comunidad y de una sociedad que
respeta y valora su trabajo. Yo creo que el antes y después del ballet ha sido
un parteaguas, no solo en la vida de cada uno incluyendo la mía, sino en los
estudios de la discapacidad”, finalizó David Serna Sesma.

Pero los retos para cada uno
de estos bailarines está en el día a día. 
Imagen: http://bit.ly/1oVsrYJ
Imagen:http://bit.ly/YvBWZz
14PV

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *