«Cholombianos», una mirada a esta subcultura

  • Cuando Amanda abrió una página de Facebook sobre su proyecto, un joven regiomontano, José Carlos Zarazúa, le ofreció ayuda. Entre los dos consiguieron que Celso Piña escribiera un texto y colaborara con fotos de su archivo personal

Por Irma Gallo
Distrito Federal, México, 04/07/14, (N22).- Amanda Watkins, fotógrafa y
diseñadora de modas nacida en Londres se enamoró de sus cabellos que dibujan
formas caprichosas con kilos de gel, de sus pantalones aguados, sus playeras
sin mangas, de sus cachuchas con la visera hacia atrás y sobre todo de la manera
en que se apropian de la cumbia colombiana para hacerla suya, signo de su
identidad. A manera de homenaje a esta cultura urbana de los bajos fondos de
Monterrey, Amanda hizo el libro Cholombianos,
en una Coedición de Trilce y CONACULTA.
En entrevista aseguró que ella vio a estos chicos en
la calle sólo por casualidad. “Los vi junto al río una tarde de domingo, y
estaban tocando música. Solamente me senté ahí y los observé. Me encantó la
música, la manera en que bailaban, sus ropas, y dije: ‘estos chicos son
interesantes’, voy a regresar la próxima semana para buscarlos. Así que empecé
a buscarlos cada semana, pero después de un tiempo ya no pude encontrarlos
junto al río. Así que tuve que empezar a investigar en dónde estaban”,
describió Amanda Watkins.
Al principio le interesó ver cómo lucían, después
notó muchos elementos interesantes y originales.
“Quizá me parecían originales porque recién había
llegado de Londres; quizá para los mexicanos no eran tan obviamente originales.
Pero a mí me gustó el modo en el que llevaban todos estos elementos, escuchaban
música muy latina”.
Con el tiempo la propuesta se convirtió en hacer
algo visualmente. Para Amanda Watkins representaba un proyecto visual que
tratara sobre cómo lucen para ella como extranjera. “Pero cuando conocí a
Debbie, la editora de Trilce, me dijo: ‘queremos que los entrevistes, que
hables con todos ellos, queremos una mirada más profunda de esta subcultura’”.
Cuando Amanda abrió una página de Facebook sobre su
proyecto, un joven regiomontano, José Carlos Zarazúa, le ofreció ayuda. Entre
los dos buscaron a los chicos, los entrevistaron y los fotografiaron; incluso
consiguieron que Celso Piña escribiera un texto y colaborara con fotos de su
archivo personal.

“Era simplemente fascinante ir a las fiestas y ver
cómo bailaban; todos inventando sus movimientos. Eso es algo que me encanta: en
Inglaterra todo el mundo baila solo. La música toca y tú bailas, pero solo; y
ellos bailan en parejas: chico y chica, o frecuentemente, chicas que bailan con
otras chicas”, finalizó.

Imagen: http://bit.ly/1j3a7AS
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