La novela de Daniel Rodríguez Barrón es una historia sobre el fanatismo y las causas justas de nuestro tiempo: Jorge Volpi

«Creo que está ocurriendo algo muy extraño, un cambio cultural, no visible, cambio cultural lento». Daniel Rodríguez Barrón sobre La soledad de los animales

Por Marcos Daniel Aguilar

Distrito Federal, 24/06/14, (N22).- La
Soledad de los Animales
es la primera novela de Daniel Rodríguez Barrón. Después
de su libro de cuentos Incidentes,
Rodríguez entra en este género con una historia que refleja el cambio de
ideologías y causas justas que persigue la humanidad en el siglo XXI. 
Durante su presentación en Casa Refugio Citlaltépetl, el escritor Jorge Volpi dijo sobre este texto que «una novela muy inteligente, llena de sentido
del humor, y que detrás de una sátira en torno a una serie de personajes
fascinados por los animales y la defensa de los animales, está una de las causas que
tiene mucha fuerza, y coincide con lo que hace poco se aprobó, la ley que prohíbe el uso de los animales en los circos. Es un correlato real de lo que está pasando, una novela llena de tensión con estilo agudo y personajes memorables,
y en medio de la sátira y en medio de la reflexión sobre esta causa noble que
llevan a sus últimas consecuencias sus personajes. Nos permite reflexionar sobre
esta causa y sobre su viabilidad, sobre las causas nobles en nuestra sociedad, sobre el fanatismo al que se puede llegar a través de ellas y la indiferencia
de la sociedad frente al dolor». 
Editada por La Cifra, esta novela
recrea los movimientos que en los últimos años han surgido para criticar la
violencia hacia los animales. Laura, Nínive y Pablo -los protagonistas- pueden asesinar o dar su
vida por salvar a un perro o a chimpacé que sufren en una jaula de laboratorio.
Además del acto de protesta noble, Daniel Rodríguez también manifiesta el
radicalismo que puede existir en algunos de estos hechos:  

«Hay dos defensoras de los animales que dan su
vida por los animales, y uno de los personajes no se atreve, yo no sé si es bueno o malo, lo
planteo en la novela, pero pienso que él está optando por lo que nosotros
optaríamos, él no es valiente para dar su vida por los animales, y casi todos
decimos que está sucediendo, que se está usando a los animales en laboratorios, pero no podemos hacer
nada y ahora tampoco podemos irnos a comer tranquilamente», dijo el novelista. 

«Creo que está ocurriendo algo muy extraño, un cambio cultural, no visible, cambio cultural lento como en el feminicidio o la visión que tenemos hacia el
narco, pero se está dando. Jorge Volpi dice ‘voy al restaurant y me avergüenzo’,
podemos hacer lo mismo, pero nos sentimos avergonzados. Se puede decir ‘a mí no me
gustan los homosexuales’, y se dice y la sociedad ataca de inmediato a quien lo expresa; cuando
alguien ataca a un perro todo mundo lo critica.  No sé si es bueno o no, o si estamos dejando de ser los animales que
nosotros somos».

La soledad de los animales es
un espejo de nuestro tiempo, en donde todo tiene el mismo valor. Y en donde la
indiferencia humana hacia el mundo y hacia sí misma es evidente en acciones como
la cobardía y el miedo de las personas para defender una idea. 

14MAG 

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