- El joven poeta Efraín Huerta, sus compañeros y camaradas sintieron el aliento de esa energía utópica entre los muros de la Preparatoria de San Ildefonso
Por Perla Velázquez
Distrito Federal, 18/06/14, (N22).- San Juan de Letrán, el
Monumento a la Revolución, la churrería El Moro y la Plaza México son algunos
de los lugares que frecuentaba Efraín Huerta. Este agrado que sentía por la
Ciudad de México lo llevó a escribir sobre ella. Ante esto, poemas como
Declaración de amor y Los hombres del alba se leyeron este medio día en el
anfiteatro Simón Bolívar de San Ildefonso para homenajear al poeta en el
centenario de su natalicio.
Monumento a la Revolución, la churrería El Moro y la Plaza México son algunos
de los lugares que frecuentaba Efraín Huerta. Este agrado que sentía por la
Ciudad de México lo llevó a escribir sobre ella. Ante esto, poemas como
Declaración de amor y Los hombres del alba se leyeron este medio día en el
anfiteatro Simón Bolívar de San Ildefonso para homenajear al poeta en el
centenario de su natalicio.
“Efraín Huerta fue sensible
a la utopía, a la encerrada como un diamante en la ciudad moderna; fue sensible
al infierno que formamos estando juntos. Por eso, le declaró simultáneamente su
odio y su amor a la Ciudad de México”, expresó David Huerta, durante el
homenaje que organizó la UNAM.
a la utopía, a la encerrada como un diamante en la ciudad moderna; fue sensible
al infierno que formamos estando juntos. Por eso, le declaró simultáneamente su
odio y su amor a la Ciudad de México”, expresó David Huerta, durante el
homenaje que organizó la UNAM.
El joven poeta Efraín
Huerta, sus compañeros y camaradas sintieron el aliento de esa energía utópica
entre los muros de la Preparatoria de San Ildefonso, continuó su hijo: “aquí se
conocieron, conversaron, escribieron poemas leyeron libros asistieron a clases,
editaron revistas, participaron en discusiones apasionadas, se enamoraron”.
Huerta, sus compañeros y camaradas sintieron el aliento de esa energía utópica
entre los muros de la Preparatoria de San Ildefonso, continuó su hijo: “aquí se
conocieron, conversaron, escribieron poemas leyeron libros asistieron a clases,
editaron revistas, participaron en discusiones apasionadas, se enamoraron”.
Los locutores Margarita
Castillo y Emiliano Martínez Escoto dieron vida a la obra de Efraín. Por su
parte, la mezzosoprano Rebeca Samaniego y la pianista Gabriela Pérez ofrecieron
dos actos musicales.
Castillo y Emiliano Martínez Escoto dieron vida a la obra de Efraín. Por su
parte, la mezzosoprano Rebeca Samaniego y la pianista Gabriela Pérez ofrecieron
dos actos musicales.
Al homenaje también
asistieron las hijas del Gran Cocodrilo, Andrea y Eugenia. Además estuvo
presente el rector de la UNAM, José Narro Robles, quien describió a Huerta como
un hombre de enorme sensibilidad y congruencia.
asistieron las hijas del Gran Cocodrilo, Andrea y Eugenia. Además estuvo
presente el rector de la UNAM, José Narro Robles, quien describió a Huerta como
un hombre de enorme sensibilidad y congruencia.
“Nos da motivo en su poesía
para encontrar los valores que debieran guiar el destino de una colectividad.
Un poeta comprometido, solidario con causas populares. Un hombre que sumaba a
la inteligencia su sabiduría, el sentido del humor, una persona extraordinaria
entonces”, finalizó.
para encontrar los valores que debieran guiar el destino de una colectividad.
Un poeta comprometido, solidario con causas populares. Un hombre que sumaba a
la inteligencia su sabiduría, el sentido del humor, una persona extraordinaria
entonces”, finalizó.
Entre los poemas que
se leyeron están La rosa primitiva, Declaración de odio y Esta región en ruinas.
Imagen: http://bit.ly/1vUF0d0
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