Ensamble chamizo, jóvenes interesados en nuevos compositores mexicanos

  • “Por otro lado, se formó el programa de nuestros intereses, con obra de compositores consagrados como Tristán Murail, Wolfgang Rihm y Salvatore Sciarrino, así como Conlon Nancarrow, un mexicano-estadounidense, la única persona que no está viva»

Por Huemanzin Rodríguez
Ciudad de México, México, 20/05/14, (N22).- Fundado
en 2010, el Ensamble chamizo se ha convertido en una agrupación de jóvenes
interesados en las obras de nuevos compositores mexicanos.  Esta agrupación se presentó en la sala Manuel
M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, como parte de la programación del XXXVI
Foro de Música Nueva Manuel Enríquez.
“Llegamos al Foro con una propuesta de
un programa escrito que incluye música de renombrados compositores así como
otras piezas que nosotros hemos trabajado directamente con algunos compositores
mexicanos, principalmente”, aseguró en entrevista Maribel Suárez, fagotista
y Coordinadora artística del grupo.
Ensamble Chamizo comenzó su concierto
con el estreno de la obra “Ir” (20013) del joven compositor Carlos G.
Hernández, quien actualmente estudia en Dresde. En esta obra el  ensamble contó con la participación de
Francisco Ladrón de Guevara, como director.
“Por otro lado, se formó el programa de
nuestros intereses, con obra de compositores consagrados como Tristán Murail,
Wolfgang Rihm y Salvatore Sciarrino, así como Conlon Nancarrow, un
mexicano-estadounidense, la única persona que no está viva”, puntualizó la
coordinadora.
La obra de Trisntán Murail, quien fuera
alumno de Olivier Messiaen es Transsahara
express
(1974), y es un buen ejemplo de su trabajo entre los armónicos y el
ruido blanco.
De acuerdo con Suárez, “Nancarrow
todavía tiene notas, no hace tanto uso de la técnica extendida, como vamos a
ver en las piezas nuevas, estas de 2013 o lo que vamos a estrenar hoy de Carlos
Hernández, pero incluimos a Nancarrow porque creemos que necesita un poco de
empuje, porque es reconocido internacionalmente pero, aunque vivió casi toda su
vida en México, no se programa mucho. Entonces hicimos un trabajo de
investigación y edición, tuvimos que sacar la partitura”.
La obra de Nancarrow, nacionalizado
mexicano en 1955, fue Septeto (1940)
donde se respira con claridad la dirección rítmica de la polifonía y la
inspiración del blues.
De Salvatore Sciarrino se interpretó la
obra L’addio a Trachis (1980) para
arpa sola (clip 005). Y uno de los momentos más impresionantes y delicados del
concierto, fue Pieza de escucha IV (2013)
del compositor chileno Santiago Astaburuaga, así como la obra Ifigenia (2013) de Wilfrido Terrazas.


Imagen:http://goo.gl/JFstkP
14AM

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