- “El verbo Gelmanear viene desde sus inicios en la poesía. Es su manera de concebir la palabra dialógica, el encuentro con la otredad, con el otro, con los otros nosotros, sus otros”, comentó José Ángel Leyva.
Por Víctor Gaspar
Distrito Federal, 07/05/14, (N22).- La presencia ausente de Gelman nos enseña la fortuna de su existencia, un paso luminoso y ejemplar por este planeta. De Gelman aprendimos muchas cosas, en primer lugar su capacidad de amar al otro, su pasión justiciera, la fidelidad a la memoria y una voluntad inquebrantable por la verdad. Pero sobre todo eso, la porfía en defender la palabra, en mostrarla como la herramienta espiritual que es, explicó Leyva.
Con estas palabras definió José Ángel Leyva, la vida y obra de Juan Gelman en el homenaje que se le rindió en el palacio de bellas artes a casi 4 meses de su deceso ocurrido el 14 de enero pasado. Hijo de inmigrantes judíos ucranianos, Juan Gelman nació en buenos aires en 1930. La dictadura en argentina lo obligo a exiliarse en Estados Unidos, Madrid, París y Roma. Fue en la capital italiana donde conoció a Hugo Gutiérrez Vega.
“Yo creo que su poesía es revolucionaria y al mismo tiempo una poesía emotiva, sentimental, en el mejor sentido de la palabra. Pero él inventaba palabras cuando no encontraba la palabra necesaria. Muchas veces utilizaba palabras muy acertadas del lunfardo de los muelles de Buenos Aires. Era un poeta lleno de recursos”, añadió Gutiérrez.
Por su parte Eduardo Lizalde, recordó que él estuvo siempre muy valiente con sus puntos de vista políticos y en su país dio una batalla tremenda. “Estuvo en prisión, vio desaparecer familiares, padeció la terrible dictadura argentina en años oscuros, siniestros, de ese país”.
Contaba Juan Gelman que recordaba cómo, desde muy temprana edad, su hermano Boris, quien tenía el ruso como primera lengua, le leía a Dostoievski. Juan habría de escribir en la lengua del quijote que le daría el premio Cervantes en 2007. Gelman se convirtió en verbo el mismo.
“Compromiso en todos sentidos: con los derechos humanos. No sólo por el caso de su hijo, de su nuera y que su nieta, sino por su defensa de los derechos humanos y su lucha contra las dictaduras de la operación cóndor”, concluyó Gutiérrez Vega.
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