Ramón Córdoba arroja sus obsesiones en su segundo libro

  • Las adicciones, la pedofilia, necrofilia, la homosexualidad, violencia y hasta la muerte son los temas de Cada perro tiene su día

Por Ivonne Reséndiz 

Distrito Federal, 14/04/14, (N22).- “A pesar de toda la
adversidad, de toda la dificultad que puede implicar para nosotros tener una
tarea extraordinaria, es claro que al menos tenemos una oportunidad y en ese
sentido todos tenemos nuestro día, a cada capillita le llega su fiestecita”,
aseguró Ramón Córdoba con motivo de su segundo libro Cada perro tiene su día.

¿Alguna vez has
reflexionado acerca de todo lo que has vivido?, ¿has pensado que la vida que
llevas realmente no es vida? Y ¿qué pasaría si a tu edad no recordaras ninguna
etapa en la que hubieras estado sobrio?
Esta es la historia de
un hombre que luego de 33 años de “vida” se da cuenta no puede recordar una
etapa en la que no haya estado consumiendo alteradores de la conciencia.
Es un recorrido a lo
largo de todo lo que ha hecho, de una decisión significativa para limpiar su
espíritu a través de una tarea absurda, asear una terraza de 55 metros cuadrados
que implica utilizar cincel y marro durante varias horas pero que al mismo
tiempo es liar con toda clase de herramientas para que eso suceda.
“Es una metáfora de la
limpieza espiritual que emprende diariamente, se trata de una ruta nueva que es
la de trabajar todos los días y no buscar su droga, y mientras trabaja
recapitula pasajes de su existencia, pero a través de esos pasajes nos vamos
enterando de cómo ha sido su vida”, destacó Córdoba en entrevista para AgenciaN22.

Cada
perro tiene su día
es la segunda novela del autor,  publicada por la editorial Terracota, un
relato donde reflexiona y reconstruye temas acerca de las adicciones, la
pedofilia, necrofilia, la homosexualidad, violencia y hasta la muerte.
“Son temas que simplemente llegan y brotan por todos lados. A
mí se me antoja escribir absolutamente de todo y en esta ocasión me puse a
escribir porque son ideas que estaban jorobando la borrega y finalmente decidí
hacerle caso a mi cerebro”, añadió.
Es una novela que según el autor se puede definir
como un viaje espiritual de la noche obscura del alma hacia la luz y que va
desde el amor, Dios y del trasfondo.
Cabe destacar, que Cada perro tiene su día es la segunda obra tras la novela publicada
por la editorial Punto de lectura,
Ardores que matan (de ganas)
, asimismo gran parte de su trabajo como editor
fue con el escritor Carlos Fuentes iniciando con su novela  La silla del Águila en el 2000.
“Esta segunda novela no es algo que haya hecho por
accidente y prueba que soy capaz. Me siento como un gallito resplandeciente. Cada
perro tiene su día
y definitivamente el mío es hoy”, finalizó.
14MAG 

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