El fuego dramático o la necedad por crear

“Divertir como expansión del espíritu, puede incluir la reflexión de la crítica de la realidad”



Por Alizbeth Mercado


CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-  
Creo que el teatro independiente va a transformar todos los sentidos del quehacer teatral  en México, creo que de ahí saldrán todas las iniciativas renovadoras, las nuevas direcciones, las nuevas reducciones, las nuevas formas de creación de público, etcétera. Ahí está la semilla y el hervidero de las nuevas propuestas, comentó Antonio Zúñiga, fundador de Carretera 45.
En el teatro existen tres divisiones: comercial, institucional e independiente. El teatro independiente es producido por grupos que no se ciñen a las políticas estatales, no es auspiciado por  instituciones y se caracteriza por el trabajo colectivo.
“Los espacios independientes más que el teatro independiente hoy representan un fenómeno renaciente en la Ciudad de México de manera muy poderosa, aunque también en algunos estados y digamos siempre vive en el borde, en el filo tanto de entenderse como un proyecto estético particular”, comentó el dramaturgo, Jaime Chabaud. 
En la calle Juan Lucas de Lassaga ubicada en la Colonia Obrera se encuentra Carretera 45, compañía teatral mexicana originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua. En 2005 participó en el primer Festival Internacional Chihuahua y en la XXXV edición del Festival Internacional Cervantino.
Nosotros hemos orientado nuestro discurso estético hacia acercar a la gente del barrio y que participe  en el espacio, invadimos su colonia, nos metimos a su barrio, nos metimos a su calle y creo que eso obliga a que nosotros seamos, ora sí que, corresponsables de este espacio cultural que también les trae cierto bienestar, cierto servicio”, agregó Zúñiga.
Microteatro nació en Madrid y llegó a México el año pasado. Sus funciones no duran más de 15 minutos y son presentadas en un espacio de aproximadamente 15 metros cuadrados. 
En palabras de Alejandra Guevara, directora de Microteatro, el chiste, la meta y el fin de Microteatro son que la gente lea, escriba, actúe, dibuje, pinte, monte sus obras en el espacio. «Llevamos un año trabajando y los fondos son nuestros. Yo soy cineasta y mis fondos han venido a invertirse, tenemos socios españoles pero realmente se ha hecho con muy poco dinero y mucho esfuerzo, estamos buscando dinero para substituir trabajar con sueldos, tener seguros, tenemos mucha gente. Mientras tanto Microteatro sigue creciendo y eso es muy bueno».
El ámbito social y la crítica de la realidad son los temas que preocupan al teatro independiente. Edgar Chías piensa que en el pasado, todo era diversión y para el teatro resulta imposible competir con el entretenimiento de otras plataformas como el cine: me parece genial que el teatro recupere algo que tuvo en su origen por un lado una misión pedagógica y su misión política, no partidista sino los temas de nosotros como comunidad que se había soslayado, pero que era más importante divertir, yo creo que divertir como expansión del espíritu puede incluir la reflexión de la crítica de la realidad.
Según Chabaud, hay las recientes generaciones un interés muy renovado por lo que está pasando en el país, y formas novedosas. «Sería un término pobre, pero sí sorprendente de retomar la realidad, ya no es de una manera literal desde un realismo que fue la moda más preciada durante varias generaciones de dramaturgos se investigan formatos novedosos y sobre todo sorprendentes con lenguajes explosivos. Digamos revitalizado que nos mueva ante la realidad y nos hace ver como aspectos de ese poliedro que es el México de hoy».
En opinión de Chías, se trata de una relación distinta entre las compañías y los destinatarios. «Al menos, como espectador, tenía la impresión de que el teatro asumía una especie de misión, quien sabe dictada por quien, dictada de realizar grandes cosas, cosas serias, y aceptando que esas grandes cosas eran importantes para todo mundo».
El teatro independiente tiene además otro objetivo: salir de los lugares que son foco de atención. La mudanza de escenarios se debe a que los sitios institucionales resultan insuficientes o las puestas en escena necesitan lugares alternativos donde puedan prender fuego dramático o caminar entre los espectadores.
“Ya no es este diálogo que empezaban de la necesidad del artista por decirle algo a la gente, ahora es incluso la gente la que plantea los asuntos que le interesaría ver en los escenarios y esto los incluye de una manera más participativa, jamás responsable, digamos, en la oferta de las compañías teatrales”, agregó Chías.
Por otra parte, en opinión de especialistas, el Estado mexicano carece de una política cultural que soporte al teatro independiente. En 2005 se llevó a cabo la XXVI Muestra Nacional de Teatro, fue la primera ocasión que incluyó a los artistas del gremio alternativo. Desde entonces las compañías han generado sus propios eventos y por tanto su propio público.
En México es más fácil abrir un antro donde se consuma alcohol y se diviertan y rolen drogas que abrir un teatro. Entonces me parece que los espacios independientes siempre están en una cierta crisis que no logra afianzar un territorio donde la sustentabilidad se vea asegurada, no hay manera de pensarlo como un territorio firme y estable sino como arenas movedizas que siempre pude poner en riesgo a un proyecto, concluyó Chías.
El teatro alternativo mexicano a pesar de la falta de apoyos institucionales se mantiene vivo a través de la necesidad y la necedad creadora de los colectivos.

Para saber más sobre la progamación de compañías independeintes pueden cosultarse los sitios http://www.teatrodelarbol.com/http://www.microteatro.mx/, http://www.carretera45.org/.

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