Guillermo Tovar de Teresa y una imagen del pegaso mexicano

  • Más que un cronista o un historiador del arte, Tovar de Teresa fue un centinela y defensor de la más auténtica tradición e inteligencia mexicana

Por Miguel Ángel Aguilar, historiador
Distrito Federal, 11/11/13 (N22).- Pegaso
o el mundo barroco novohispano
, obra realizada por el
historiador Guillermo Tovar de Teresa, es sin duda uno de los mejores estudios
que se ha hecho sobre la época barroca en México. En este libro, el autor analiza los
símbolos, su desarrollo y la forma en la que fueron usados en Nueva España a
través del entendimiento del laberinto de lo que fue el barroco. Descifra que
la utilización del emblema en los espacios intelectuales y de poder va más allá
de un uso alegórico, el lenguaje emblemático queda inserto por la sociedad
barroca mexicana como un discurso de identidad; pues interviene en la creación
del mito “criollo” de la fundación de México. 
Un mito universalista, en el que
los españoles de las Indias tratan de separarse de sus primos ibéricos,
resaltando su grandeza ambivalente, pues descienden de aquellos conquistadores
que vinieron a revelar el cristianismo en estas tierras de tinieblas, «en donde
se encontraron a la sociedad mexica, unos barbaros», ahí los ojos de los hombres
del barroco eran semejantes a los griegos. Así pues, el mito de Pegaso toma sentido en el corazón del virreinato, y después de la destrucción del
Palacio Virreinal el 15 de enero de 1624, el primer golpe de estado en la
historia de México, instalan en su patio central una estatua del potro alado,
símbolo del orgullo de su ciudad, “la Atenas del Nuevo Mundo”.

De esta manera, el
historiador Guillermo Tovar de Teresa rescató no sólo el patrimonio
arquitectónico y artístico de México, fue más allá, al encontrar en lo profundo
de documentos y ruinas los orígenes y esencia de lo mexicano. Lo cual hace de
él, más que un cronista o un historiador del arte, un centinela y defensor de la
más auténtica tradición e inteligencia mexicana. Y al igual que Carlos de
Sigüenza y Góngora en 1692, cuando sacó de las llamas los
archivos y documentos del Palacio virreinal, fue Guillermo Tovar y de Teresa otro
intrépido salvador de nuestra memoria, ahora en contra de las llamas de la
ignorancia de nuestra sociedad y autoridades. 

13MAG 

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