Tomás Urtusuástegui: 80 años de vigencia dramática

  • Conocedor de la condición humana, del gag y el doble sentido, así definió Luis Mario Monacada a la obra de octagenario dramaturgo

Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)
Distrito Federal, 12/03/13, (N22).– “La vigencia de un autor está en la medida que sus obras se siguen representando, y el teatro es muy inmediatista, tiene que ver con la coyuntura social. En ese sentido las obras de Tomás Urtusuástegui se siguen montando, en México y hasta en el extranjero, entonces esa es la vigencia que sigue teniendo un autor vivo. Si es el autor que responde a las necesidades estéticas del público contemporáneo, no lo sé”, comentó el profesor y dramaturgo Luis Mario  Moncada.
Tomás Urtusástegui celebra hoy su cumpleaños número 80. El dramaturgo nació en la Ciudad de México y estudió Medicina en la UNAM, no obstante ha dedicado las últimas tres décadas de su vida al quehacer teatral.
“Tomás es de una generación de escritores que surgen de la escritura, que no son pocos, que de alguna manera la medicina debe tener alguna particularidad que acerque al profesional al conocimiento del carácter de la personalidad humana, por enfrentar cotidianamente pacientes de todo tipo, eso te debe generar un mapa muy ecléctico de caracteres y me parece que eso viene a ser su principal alimento, porque Tomás no tuvo la formación profesional en sentido estricto teatral, pero digamos, esta pasión que siempre ha tenido por el teatro y la cercanía con la gente le ha permitido dar ese paso y transición de manera sencilla y con éxito”, agregó Moncada.
Urtusástegui ha escrito un total de 336 obras, de las cuales 170 han sido estrenadas. La duda, Cupo limitado, Sangre de mi sangre, Volver y Carretera del Norte, son algunos títulos destacados en su producción.
Tomás ha vagado entre diversos géneros, ha escrito pastorelas y obras con tinte erótico. Para Moncada, esta conducta puede responder a que ciertas tradiciones mermaron los intereses del octogenario, y a que entendió muy bien las convenciones teatrales.
Otro aspecto medular en la producción de Tomás es el humor, “es una de sus principales virtudes, tiene sobre todo un gran sentido para el gag, para encontrar la frase que rompa con una situación dramática que estalla en una carcajada”.
Las tradiciones de los  mexicanos como el doble sentido, se relaciona con los gags verbales que Tomás maneja en sus escritos, asimismo el dramaturgo conoce “los defectos de carácter que poseemos como cultura”, añadió Luis Mario.
Entretanto, Urtusástegui ha sido un autor de polos opuestos, es decir, para algunos es un prolífico escritor, para otros falta un sustento formal en sus obras.
“Tomás tomó la elección de atender a un público, su premisa ha sido trabajar para un público que entiende su teatro y lo festeja, por eso es un autor muy prolífico, porque entiende la relación con el público. Por otro lado, en el ámbito de la ‘profesión’ hay dos situaciones que lo pueden poner en una situación de ‘rezago’ que es relativo, pues que viene de una generación anterior a los autores que se interesaban por experimentar”.
Por otro lado la obra Cupo limitado, significó un reto formal para Urtusástegui, ya que logró construir una obra en un espacio asfixiante que funcionó con eficacia. “Si es cierto que hay estructuras representacionales que él no comprende y no hizo el intento por explorarlas, pero no es obligación estar a la vanguardia”, concluyó Moncada.
En 2005, Tomás Urtusuástegui recibió el Premio Nacional de Dramaturgia “Juan Ruíz de Alarcón”.
Imagen http://bit.ly/Y9u5K2
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